Colesterol: el bueno, el malo y... tus arterias

Actualizado: lunes, 28 septiembre 2015 12:16
Colesterol
Foto: GETTY

MADRID, 6 May. (Infosalus/EP) -

   Cada vez que se habla de colesterol se establece una dicotomía entre el bueno y el malo pero ¿cómo funcionan en el organismo? ¿qué interviene en su maldad y en su bondad? Conocer algo más sobre sus mecanismos de acción puede ayudarnos a ser más conscientes de la necesidad de la primacía del bien sobre el mal.

   En el blog de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (www.health.harvard.edu) plantean al lector 'on line' esta misma cuestión ¿Por qué un tipo de colesterol es bueno para el corazón y otro es perjudicial?

   En este sitio web, los especialistas de Harvard explican que el colesterol viaja a través del flujo sanguíneo en complejos de proteínas denominados lipoproteínas. La lipoproteína que más preocupa, señalan los estadounidenses, es la lipoproteína de baja densidad (LDL, según las siglas en inglés derivadas de 'Low Density Lipoprotein'), el llamado colesterol malo.

   Si el organismo produce más LDL del que las células pueden absorber, se aloja en las paredes arteriales y contribuye a la acumulación de placas ateroscleróticas, apuntan los autores de esta entrada del blog. La reducción de los niveles de LDL es el principal objetivo para mejorar los niveles de colesterol.

   Los fármacos más potentes para bajar el colesterol son las llamadas estatinas, que según los estudios existentes son capaces de reducir el riesgo de desarrollar y morir por consecuencia de la enfermedad cardiovascular entre un 30% y un 40%.

   El otro elemento clave en el colesterol y el riesgo cardiovascular, además del LDL, es el HDL (siglas en inglés derivadas de 'Hight Density Lipoprotein'). Las lipoproteínas de alta densidad, el término en castellano, se refieren al colesterol 'bueno'. El HDL elimina el LDL de las paredes arteriales y lo transporta de vuelta al hígado para su procesamiento o eliminación.

¿Por qué es tan bueno el colesterol HDL?

   El colesterol viaja en la sangre unido a las lipoproteínas. Las lipoproteínas de baja densidad (LDL) entran en las paredes de las arterias, donde contribuyen a la acumulación de la placa aterosclerótica.

   Las lipoproteínas de alta densidad (HDL) eliminan el LDL de las arterias y lo llevan de vuelta al hígado. El HDL también ayuda a reprimir la inflamación y proteger a las células que cubren la superficie interior de las arterias.

Además, desde el blog de Harvard, lo especialistas apuntan a otras funciones del HDL:

* Antioxidante: los investigadores creen que los antioxidantes pueden proteger contra la enfermedad arterial coronaria al evitar que el colesterol LDL reaccione con el oxígeno, lo que conduce a un engrosamiento y endurecimiento progresivos de las paredes de las arterias.

* Antiinflamatorio: aunque la inflamación es una parte esencial de las defensas del organismo también puede causar problemas. En el corazón, la inflamación puede desencadenar aterosclerosis, mantener el proceso en progresión e influir en la formación de coágulos capaces de bloquear las arterias, la causa última de los ataques cardiacos y muchos ictus.

* Antitrombótico: la trombosis es la formación de coágulos y prevenir que estos coágulos se formen en las arterias coronarias puede evitar ataques cardiacos e ictus.

   Los especialistas concluyen que los estudios existentes apuntan que las personas con bajos niveles de HDL son más propensas a los ataques cardiacos e ictus y que los altos niveles parecen ser protectores. Además, la investigación también ha vinculado los niveles elevados de HDL con un menor riesgo de ictus, mayor longevidad y mejor funcionamiento cognitivo en edades avanzadas.