MADRID 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los cohetes de fabricación casera, frecuentemente utilizados por los niños estadounidenses en sus juegos, pueden llegar a causar importantes lesiones oculares en los niños, llevando incluso a la pérdida permanente de visión, según se desprende de un informe del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville (Estados Unidos).
El trabajo, que publica la revista 'Archives of Ophthalmology', asegura que, del conjunto de las emergencias domésticas que se producen a diario en la zona, un número "muy elevado" corresponden a accidentes con este tipo de cohetes.
En ocho de los diez casos analizados por los expertos, los ojos de los pacientes requirieron de tratamientos como la extirpación quirúrgica del cristalino o el 'desbridamiento' de la córnea (la eliminación del tejido de la córnea dañada). Pero además tres pacientes tuvieron que someterse a procedimientos adicionales que incluían cirugía en el músculo del ojo.
En concreto, las lesiones más comunes son las heridas en el epitelio de revestimiento de la córnea, el sangrado en la parte frontal del ojo, la inflamación traumática del iris, la iridodiálisis o un desgarro del iris, la catarata, la diálisis retiniana o un tipo de desgarro retiniano y el sangrado en el líquido vítreo del ojo.
"Si el cohete alcanza una gran velocidad, puede romperse en varias partes que impacten en la cara de quien lo manipule por la fuerza de la combustión", advierten los autores del estudio.
ALCANZAN GRAN VELOCIDAD
Estos "juguetes" de pequeño tamaño se componen de tres partes: un hilo inflamable, un cono que guía el vuelo del aparato y una base que estabiliza el cohete y, como ocurre con las lanzaderas reales, salen despedidos por la combustión, alcanzando una gran velocidad.
"Este estudio demuestra que estos cohetes pueden provocar lesiones oculares importantes, además de grandes gastos en visitas a urgencias, intervenciones quirúrgicas y días perdidos de escuela y el trabajo", aseguran los autores, que recomiendan a los padres que, como mínimo, se aseguren de que sus hijos usan gafas de protección.