Las cocinas de combustión limpia mejoran la salud de las mujeres embarazadas

Mujer cocinando Nigeria
CHRISTOPHER S. OLOPADE, MD, MPH, DE LA UNIVERSIDAD
Actualizado: lunes, 16 enero 2017 7:43

   MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, y de la Universidad de Ibadan, en Nigeria, consiguió reducir el riesgo de hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares en un pequeño ensayo clínico que reemplazó las cocinas de biomasa y queroseno ampliamente utilizadas con fogones de etanol de combustión limpia en mujeres embarazadas.

   En su estudio cuidadosamente controlado, publicado en la edición digital de este viernes de 'American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine', el equipo encontró que las mujeres embarazadas que cambiaron a etanol desde los combustibles tradicionales como la leña eran más de tres veces menos propensas a desarrollar presión arterial alta que aquellas que continuaron usando biocombustibles y queroseno. Las que cambiaron de queroseno a etanol fueron más de cuatro veces menos propensas a tener presiones sanguíneas elevadas.

   Aunque otros estudios han examinado los múltiples beneficios de reemplazar estufas que queman combustibles sólidos como la madera, desechos de cultivos y estiércol con estufas de combustión limpia, según los investigadores, éste es el primer ensayo controlado y aleatorizado que examina los vínculos entre la contaminación atmosférica doméstica relacionada con la cocina y los niveles de presión arterial durante el transcurso de un embarazo.

   "Esperamos que nuestros resultados influyan en el debate sobre políticas de salud acerca de los peligros de la exposición a la contaminación del aire de las familias, una carga que recae desproporcionadamente sobre las mujeres y los niños", señala el neumólogo Christopher Sola Olopade, profesor de Medicina y director clínico del Centro para la Salud Global de la Universidad de Chicago.

TRES MILLONES DE MUERTES PREMATURAS ANUALES POR EL HUMO DE LA COCINA

   La mitad de la población mundial carece de acceso a fuentes de energía más limpias, como la electricidad. Se han atribuido más de tres millones de muertes prematuras al año y otros problemas de salud graves a la exposición al humo de la cocina con combustibles sólidos y queroseno, que se utilizan comúnmente en todo el mundo en desarrollo. La enfermedad hipertensiva causada por la contaminación atmosférica doméstica relacionada con la cocina durante el embarazo es una causa importante de muerte y enfermedad para las mujeres embarazadas y sus bebés.

   Los investigadores reclutaron a 324 mujeres embarazadas de Ibadan, Nigeria, las cuales no tenían presión arterial alta cuando entraron en el estudio. Se excluyó a las mujeres que fumaban o vivían con un fumador o que cocinaban para ganarse la vida. Antes del estudio, todas las mujeres cocinaban con leña o queroseno.

   Cuando el estudio llegó a las semanas entre 16 y 18 del embarazo, se pidió a la mitad de las mujeres a que cocinaran sólo con etanol, suministrándoles fogones de quema de etanol y combustible. La otra mitad continuó cocinando con los combustibles tradicionales, madera o queroseno, pero se les animó a cocinar fuera o en una habitación bien ventilada para reducir su exposición.

   Los investigadores descubrieron que el 1,9 por ciento de las mujeres embarazadas que cocinaron con etanol desarrollaron presión arterial alta en la última visita prenatal, en comparación con el 6,4 por ciento de quienes cocinaron con combustión de madera y el 8,8 por ciento de quienes usaron queroseno.

   "El objetivo inicial del estudio era analizar los resultados del parto relacionados con la contaminación del aire de los hogares --relata Olopade--. Hemos comparado los efectos de los diferentes combustibles para cocinar sobre la presión arterial de las madres y el riesgo de preeclampsia, una complicación seria de la presión arterial alta. Es la primera vez que un estudio de intervención aleatoria ha demostrado que puede haber beneficios para la madre también".

   "Nuestro estudio añade evidencia de que deben implementarse ampliamente intervenciones para reducir la exposición a la contaminación del aire de los hogares mediante la introducción de combustibles más limpios para mitigar los desafíos de salud a loso que se enfrentan las poblaciones vulnerables que experimentan pobreza energética, especialmente las mujeres embarazadas", añade.

   El equipo también siguió los resultados del embarazo, el crecimiento y el desarrollo del feto. "Las consecuencias a largo plazo de la exposición dentro del útero de los bebés sobrevivientes a la contaminación del aire de la casa, como la disminución del desarrollo cognitivo, el riesgo de desarrollar asma e infección respiratoria inferior, necesitan más investigación --señala Olopade--. Apoyamos el impulso de la Organización Mundial de la Salud de quitar el queroseno como combustible para cocinar en los hogares".

   Este estudio fue parte de un proyecto a largo plazo. Los investigadores demostraron anteriormente que la cocción con combustibles como la leña se asocia con un aumento significativo en los niveles de monóxido de carbono en el interior, así como niveles elevados de material particulado muy pequeño dañino para los pulmones, conocido como PM2.5, que puede causar inflamación sistémica y daño pulmonar.

   También hallaron una preferencia entre los usuarios por la eficiencia de las nuevas cocinas de combustión limpia. El uso de etanol como combustible redujo el tiempo de cocción, un beneficio que también ayudó a reducir las partículas en suspensión en el aire. De hecho, el 84 por ciento de las mujeres en el grupo de etanol del estudio regaló sus estufas de queroseno; la mayoría de ellos durante el primer mes del estudio.

   "El cambio a las estufas a base de etanol --concluyen los autores-- proporciona una esperanza hacia una alternativa sostenible a los combustibles sucios en países de ingresos entre bajos y medios, como Nigeria, donde el etanol de alta calidad ya se produce localmente para cocinar".