MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
La cocaína aumenta en gran medida el riesgo de accidente cerebrovascular en adultos jóvenes durante las 24 horas siguientes a su consumo, según un estudio presentado en la Confrencia International sobre el Ictus 2014, que se celebra desde hoy hasta el viernes en San Diego, California, Estados Unidos. Los accidentes cerebrovasculares isquémicos se producen cuando un vaso sanguíneo que suministra sangre al cerebro se bloquea, impidiendo un suministro continuo de sangre al cerebro.
"Trabajamos para entender qué factores contribuyen al riesgo de accidente cerebrovascular en los adultos jóvenes", explica Yu-Ching Cheng, científica investigadora en el Centro Médico de Asuntos de Veteranos en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, y profesora asistente de Medicina en la Universidad de Maryland. "Estos factores podrían ser comportamientos personales, factores médicos o ambientales o factores genéticos", agrega.
"El consumo de cocaína es uno de los factores de riesgo que investigamos y nos sorprendió lo fuerte que era la asociación entre la cocaína y el riesgo de accidente cerebrovascular en los adultos jóvenes. Encontramos que el riesgo de accidente cerebrovascular relacionado con el uso elevado de la cocaína es mucho mayor que algunos otros factores de riesgo, como la diabetes, la presión arterial alta y el tabaquismo", explica esta experta.
Los investigadores compararon a 1.101 personas de 15 a 49 años en el área de Baltimore-Washington, que sufrieron accidentes cerebrovasculares entre 1991-2008 con 1.154 personas de edades similares en la población general. Más de una cuarta parte de las personas de ambos grupos informaron que tenían un historial de consumo de cocaína.
Tener un historial de consumo de cocaína no se asoció con un accidente cerebrovascular isquémico, sin importar el género o el origen étnico de una persona, sin embargo el uso elevado de cocaína durante las 24 horas antes del ictus estaba fuertemente vinculado con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular entre los diferentes grupos étnicos.
Los participantes tenían entre seis y siete veces más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico a las 24 horas siguientes al uso de cocaína. Este riesgo elevado de ictus parecía similar en los caucásicos y los afroamericanos.
"La cocaína no sólo es adictiva, sino que también puede conducir a una discapacidad o muerte por accidente cerebrovascular --destaca Cheng--. Con pocas excepciones, creemos que se debe analizar en cada joven paciente con ictus la posibilidad de abuso de drogas en el momento del ingreso en el hospital".
"A pesar del fuerte riesgo de accidente cerebrovascular se relacionó con el uso agudo de la cocaína, en nuestro estudio, sólo alrededor de un tercio de los pacientes jóvenes con ictus tenían exámenes toxicológicos realizados durante la hospitalización. Creemos que el porcentaje de consumo de cocaína podría ser mayor", concluye.