El Clínico consigue que el 100% de los niños con alergia persistente al huevo y la leche tolere estos alimentos

Actualizado: lunes, 18 octubre 2010 12:14

MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

El cien por cien de los niños con alergia persistente al huevo y a la leche tratados en el Servicio de Alergia del Hospital Clínico San Carlos han conseguido tolerar estos alimentos mediante el protocolo de inducción de tolerancia oral diseñado para este tipo de pacientes, ha informado la Comunidad de Madrid.

Este protocolo fue puesto en marcha en el año 2006 por la Unidad de Alergias Alimentarias del citado Servicio que dirige la doctora Consuelo Martínez Cócera. Desde entonces, han sido tratados un total de 80 pacientes pediátricos. Se incluyen pacientes mayores de 4 años en el caso de la leche y mayores de 5 años en el caso del huevo, que siguen un tratamiento de pocas semanas de duración: 4 en el caso de la leche y 5 para el huevo.

Este tratamiento se hace en régimen ambulatorio y consiste en la administración, de forma controlada, y siempre bajo supervisión médica, de cantidades progresivamente crecientes del alimento implicado hasta alcanzar la tolerancia al mismo.

A lo largo del proceso, los pacientes reciben la medicación necesaria para minimizar el riego de reacciones y se va retirando de forma progresiva tras alcanzar la tolerancia a las dosis máximas, que son 200 mililitros en el caso de la leche y una unidad entera en el caso del huevo.

Para mantener la tolerancia los pacientes deben ingerir un mínimo de 200 mililitros de leche al día sin un límite máximo y un huevo, en cualquiera de sus formas, al menos, tres veces por semana, es decir, realizando una dieta normal, sin restricciones.

UNA UNIDAD ASISTENCIAL E INVESTIGADORA

El Servicio de Alergia del Hospital Clínico de Madrid cuenta con una unidad específica de alergias a alimentos donde se realizan una media de 4.200 provocaciones al año, de las cuales un 80 por ciento se hacen en niños menores de 5 años.

El 58 por ciento de los niños atendidos en este Servicio presenta alergia a alimentos, siendo las más prevalentes el huevo (95 por ciento de los casos) y la leche (77 por ciento de los casos), seguido de alergia a frutas.

Esta Unidad, asimismo, lleva a cabo una importante labor investigadora, ya que participa en proyectos internacionales para la investigación en alergia alimentaria (Europrevall, FAST), así como en varios proyectos FIS coordinados por la Dra. Monserrat Fernández Rivas.

Por otra parte, el Servicio de Alergia ha participado en un estudio sobre la eficacia de una vacuna para tratamiento de la alergia a gramíneas en niños. Este estudio ha permitido validar los datos de seguridad, eficacia y el efecto inmunomodulador de esta vacuna que desde el año 2009 ya se comercializa en la Unión Europea y que ha demostrado ser eficaz y segura en niños a partir de los 5 años y en adolescentes.

Con esta vacuna, los pacientes han visto reducidos los síntomas oculares en un 37 por ciento, los nasales en un 25 por ciento, al tiempo que también se ha reducido el uso de medicación sintomática en un 65 por ciento.

La alergia más frecuente en niños es la causada por alimentos, que afecta hasta a un 8 por ciento de los menores de 3 años. Los alimentos que más alergia provocan son la leche y el huevo. La prevalencia de la alergia alimentaria, tanto en niños como en adultos, ha aumentado en los últimos años y, de hecho, entre 1992 y 2005 las consultas médicas sobre esta patología se han duplicado, según los datos de un estudio de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.

Por ello, esta enfermedad supone un importante problema de salud pública ya que su diagnóstico implica hacer unas dietas muy restrictivas, al tiempo que genera una pérdida de calidad de vida tanto de los pacientes -niños en un alto porcentaje-, como de sus familiares, debido al riesgo de reacciones alérgicas que pueden llegar a comprometer la vida, ya sea por contactos accidentales o inadvertidos con los alimentos

implicados.

Hasta hace poco tiempo el tratamiento de estas alergias consistía en mantener una "actitud expectante" esperando que el paciente alcanzase la tolerancia de forma espontánea y buscando, mediante el seguimiento clínico y el estudio de los parámetros inmunológicos, el momento idóneo para la introducción del alimento.

Según los especialistas, en el caso de la alergia a la leche de vaca la tolerancia se alcanza hasta en un 80 por ciento de los pacientes antes de los 4 años, pero en el 20 por ciento restante la alergia permanece hasta la edad adulta, pasando estos pacientes a presentar lo que se denomina "alergia persistente a proteínas de leche de vaca".

En el caso del huevo ocurre algo similar y la tolerancia espontánea la alcanzan alrededor del 60 por ciento de los enfermos antes de los 5 años.