SALAMANCA 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La nueva sede del Instituto de Biología Funcional Genómica de la Universidad de Salamanca está a la espera del cableado y colocación de sistemas y mobiliario para comenzar a funcionar, un proceso que se completará a finales de año.
Así lo ha apuntado la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, quien ha visitado las instalaciones en compañía de la vicerrectora de Investigación de la Universidad de Salamanca (USAL), María Ángeles Serrano, y el director de este instituto, Ángel Durán, entre otros científicos y autoridades.
El Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBFG) es un centro mixto del CSIC y la Universidad de Salamanca, que contará en su nueva sede con cinco líneas de trabajo, tres ya existentes con los equipos actuales de la USAL y dos nuevas, que se incorporarán una vez se haya producido el traslado al nuevo centro.
El centro cuenta con unos 30 investigadores, que sumados al resto de profesionales la cifra alcanza al centenar de trabajadores, según los datos aportados por Garmendia, que ha dicho que estas nuevas instalaciones suponen "un hito muy relevante".
El Instituto de Biología Funcional Genómica tiene su origen en el Instituto de Microbiología Bioquímica (IMB) fundado en los años 70 como un centro mixto entre el CSIC y el Departamento de Microbiología y Genética de la Facultad de Biología, cuya sede ha estado ubicada en el Edificio Departamental de la Universidad.
El nuevo edificio tiene una superficie total de 6.800 metros cuadrados y consta de cuatro plantas con capacidad para unos 30 laboratorios de investigación, con sus correspondientes servicios centrales e instalaciones de apoyo.
La nueva denominación del instituto refleja su interés en estudiar los mecanismos reguladores de las funciones celulares y su integración en el contexto del genoma a través de aproximaciones metodológicas avanzadas de biología celular, molecular y genómica.