MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
Evitar el contacto directo con el agua, gafas de buceo y sol graduadas o lentillas con filtros especiales son algunas de las claves para evitar complicaciones en el uso de lentillas en verano.
Aunque se pueden seguir utilizando las lentes de contacto durante el verano, es conveniente extremar la precaución, especialmente en playas y piscinas. Desde la Unidad de Contactología del Hospital Vithas Rey Don Jaime, su responsable, la optometrista Elena Santolaria, ha aconsejado que "si el usuario realiza desplazamientos a lugares en donde la higiene no va a ser la misma o existe un riesgo de pérdida de la lente, sería bueno poder disponer de reemplazos más cortos en los que no es necesaria la limpieza de estas, como es el caso de las lentes desechables diarias".
Los riesgos y complicaciones derivados del uso de lentillas pueden aumentar en época estival debido a la falta de higiene y por acudir con las lentes de contacto a playas y piscinas. "En el caso de que el usuario presente cualquier síntoma se recomienda suspender el uso de las lentillas y que acuda de inmediato al oftalmólogo para tratarlo de inmediato", ha aclarado Elena Santolaria.
Los expertos recuerdan que en la actualidad existen lentes de contacto con coloraciones o filtros especiales para largas exposiciones al sol, especialmente recomendables para realizar actividades en el exterior, como la práctica de deportes como el tenis o el fútbol, y que actúan como si se tratara de unas gafas de sol. "Las lentes de contacto son una muy buena alternativa de compensación para el verano, no solo por la incomodidad que generan las gafas al resbalarse por el sudor, sino por la libertad de movimiento que con ellas se tiene", ha destacado la optomestrista.
Los expertos no recomiendan el uso de lentes de contacto en piscinas y playas, especialmente en las piscinas, pues aumenta el riesgo de infección y pérdida de las lentes. Evitar su uso impide que el agua con cloro entre en contacto con las lentes y pueda provocar conjuntivitis, ojos rojos o quemazón.
En el caso de las playas, acudir con lentes de contacto puede acarrear lagrimeo, fotosensibilidad y sensación de cuerpo extraño en el ojo. "Si el usuario opta por acudir a estos lugares con lentes de contacto, se recomendaría hacerlo con gafas de sol, ya que actúan de barrera para los agentes externos, y no sumergir la cabeza dentro del agua, evitando al máximo salpicaduras", comenta la especialista y agrega, "por otra parte, habría que alertar a la población de que las lentes de contacto no deben usarse junto con las gafas de nadar, para tal fin existen gafas de natación graduadas. Muchísima gente pone en riesgo su salud visual sin saberlo", concluye.