SANTANDER 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
El cirujano cardiovascular y director del Servicio de Cirugía Cardiovascular de la Clínica Universitaria de Navarra, Jesús Herreros, afirmó hoy en Laredo (Cantabria) que insuficiencia cardiaca es "una verdadera epidemia actual", con un número creciente de pacientes y es "uno de los mayores problemas de salud por las implicaciones sociales, económicas y sobretodo humanas que conlleva".
Herreros, que participó en el curso de verano de la Universidad de Cantabria 'La insuficiencia cardiaca: epidemia del siglo XXI', explicó que la incidencia de esta patología aumenta con la edad aunque la esperanza de vida cada vez es mayor, lo que hace que el número de enfermos de insuficiencia cardiaca "aumente cada día".
En España la insuficiencia cardiaca representa el 3,5 por ciento de todos los ingresos hospitalarios en personas de más de 45 años, indicó, y apuntó que uno de los tratamientos contra ella es el trasplante cardiaco, que "ha demostrado ser la única solución de un 10% de pacientes a los que el tratamiento médico no les es suficiente".
La esperanza de vida en los pacientes con trasplante cardiaco está por encima del 60% pero, por el número limitado de donantes, solamente un pequeño porcentaje de pacientes en fase terminal se pueden beneficiar de él.
Por ello existen otras alternativas, como los soportes mecánicos, caso del corazón artificial, que sirve para alargar la vida de los pacientes en estado grave que están a la espera de un donante y también como tratamiento a largo plazo o modo de recuperación del corazón enfermo.
Otra de las alternativas, principalmente para determinados tipos de insuficiencia cardiaca por miocardiopatía dilatada, es el tratamiento con inmunoabsorción, que consiste en extraer sangre y volverla a inyectar purificándola, y que se ha demostrado como "muy poco agresivo".
Además, está la terapia celular, la alternativa más reciente y que desde hace dos años ya no utiliza únicamente células madre, sino lo que se conoce como ingeniería tisular. que es la integración de tratamientos. "Tan importante para regenerar el corazón son las células como la matriz que mantiene y da consistencia a esas células", explicó Herreros.
Los tratamientos de ingeniería tisular que consisten en asociar células con una matriz, con factores, etcétera, para que de esta forma se pueda potenciar el efecto de cada una de ellas. "En ese sentido, con la matriz mejora la contracción y la dilatación del ventrículo", indicó.
Según el cirujano, las expectativas de futuro son "la asociación de estos tratamientos y la posibilidad de asociar asistencia para recuperación con ingeniería tisular e integrar estos tratamientos como alternativa al trasplante cardiaco porque aunque los resultados del trasplante son excelentes, sólo un pequeño porcentaje de los pacientes se pueden beneficiar de él".
La ingeniería tisular está aún en fase de ensayo clínico tipo dos. El problema para conseguir todos los permisos y garantizar la máxima seguridad del paciente hace que los periodos para ponerlo en marcha se alarguen. "Queda un tiempo para que se generalice su uso en cualquier hospital pero ya estamos cerca. Una de las perspectivas futuras es la curación con células madre pero no es la única", concluyó.