MADRID, 25 Dic. (EDIZIONES) -
La belleza hoy en día representa una "esclavitud" para muchas personas, especialmente para las mujeres, sobre quienes existe una presión social muy fuerte por que siempre estén guapas y perfectas. Además, la belleza es fundamental para nuestro desarrollo personal, para el de todos, para la construcción de nuestra autoestima, aunque no tiene el mismo peso para las mujeres que para los hombres por lo que hemos comentado.
Así lo defiende en una entrevista con Infosalus Maritina Martínez Lara, especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, y miembro de la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP) y de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Estética y Reparadora (SECPRE), con motivo de la publicación de 'Confesiones de una cirujana plástica' (Libros Cúpula).
Se trata de un libro en el que lamenta que la belleza supone una esclavitud para la mujer: "Parece que si eres una mujer estás obligada por la presión social a ser femenina y a esforzarte al máximo por estar bella. Se nos educa desde pequeñas a sentirnos halagadas, y a siempre esforzarnos por estar guapas, maquilladas, estar perfectas después del parto, y es que desde hace generaciones que la mujer trabaja y esto no siempre es fácil, ni debe ser así".
A su vez, rechaza que a los hombres no se les exija tanto como a las mujeres en este sentido, al mismo tiempo que esta cirujana plástica considera que para muchos varones la belleza les favorece de cara a contar con más opciones laborales y sociales, "pero para la mujer es una obligación", advierte la doctora Martínez.
A LOS HOMBRES SE LES EDUCA DIFERENTE
"A los hombres se les educa de otra manera y tienen mejor autoestima, y no culpan tanto a lo físico cuando tienen una mala racha. Ellos sienten que si tienes buen aspecto y te mantienes, tienes más ocasiones laborales, mejor interacción social, tienes más posibilidades. Para ellos la presión social no es tan grande como para las mujeres", sostiene.
En este contexto, la experta subraya que son cada vez más hombres los que se operan, "lo ven cada vez más normal", y ya no es tan extraña. "Ante tanta sobrecarga de imágenes en redes sociales creemos que el aspecto es fundamental. Esa sobrecarga hace que lo externo pese mucho más que los aspectos personales, y la construcción de la autoestima se basa cada vez más en el aspecto físico, pero éste cambia mucho con los años, por eso cada vez más personas recurren a la cirugía plástica", remarca.
Aquí destaca Maritina Martínez que España se sitúa en el top de países de cirugía plástica a nivel internacional. "Las técnicas van evolucionando y esto significa que cada vez se opera más gente. Es normal que siga creciendo la cifra de personas que se someten a estas intervenciones porque siempre queremos vernos bien, la vida nos cambia mucho y los problemas de autoestima los tenemos ahí y la cirugía ayuda mucho", sostiene la doctora.
LAS OPERACIONES MÁS FRECUENTES
Entre mujeres apunta esta especialista que la cirugía más frecuente es la de mama, dentro de ésta se encontraría los aumentos con implantes, los recambios de implantes, así como las elevaciones, las reducciones mamarias, o las malformaciones de mama; e indica que también se realiza mucha liposucción, rinoplastias, y en cuanto a cirugía facial también la blefaroplastia.
En el caso de los hombres, señala esta experta que habitualmente se hacen intervenciones a nivel de contorno corporal, tipo liposucciones, las reducciones del pecho si tienen desarrollo mamario, y blefaroplastias sobre todo para las bolsas del párpado inferior, además de las otoplastias cuando son orejas despegadas, y las rinoplastias.
En último lugar, la doctora Maritina Martínez cree que es un mito en el mundo de la cirugía plástica el que haya personas que estén enganchadas a operarse, y apunta que lo que sí es más común es personas que se hagan varias cirugías a lo largo del tiempo, y que por ejemplo empiezan por alguna operación sobre algo que les acompleja y, cuando pasa el tiempo, y ven que fue bien con la primera se animan con una segunda intervención sobre algo que no les agobia tanto. "Esto es lo más común", puntualiza la doctora.
"Es excepcional quienes se quieren hacer muchas cosas. Intentamos frenarlas. Todos tenemos algún paciente así, pero no es una situación muy común. Es porque no se gustan y también porque se ven bien con la cirugía", agrega.