La cirugía plástica corrige malformaciones en niños para que no condicionen su desarrollo físico, psíquico y social

Actualizado: viernes, 3 junio 2011 17:02

MURCIA 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las operaciones quirúrgicas más frecuentes en la población infantil son aquellas relacionadas con anomalías o patologías de aparición muy temprana, como las malformaciones vasculares, nevus gigantes, labio leporino y sus alteraciones asociadas, y la cirugía de la mano, como las sindactilias y los dedos en resorte, según han informado fuentes del Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).

Al respecto, el vocal de comunicación de la SECPRE, el doctor Javier Montón, ha comentado que "la incidencia de las malformaciones presenta variaciones cíclicas. Actualmente, la incidencia de labio leporino o paladar hendido grave es menor, debido en gran medida, a una modificación en nuestros hábitos de vida y en la alimentación".

Asimismo, hoy en día, "se cuentan con técnicas más refinadas para dar solución a problemas que antes no la tenían, como en el caso de los síndromes de parálisis facial congénita".

En este sentido, los pacientes con labio leporino y la hendidura palatina deben ser tratados de manera precoz para evitar problemas en su desarrollo a todos los niveles. Aquí, "un abordaje multidisciplinar es fundamental, implicando a psicólogos, logopedas, ortodoncistas, entre otros especialistas", ha comentado el experto.

La cirugía plástica en menores de edad es un tema controvertido, discutido a nivel social y muchas veces, polemizado. En este sentido, hay que diferenciar radicalmente una alteración estética fruto de una malformación o de un accidente en un niño, de las operaciones estéticas en pacientes adolescentes menores de edad.

FAVORECER UNA VIDA NORMAL

"La sociedad debe entender que, cuando corregimos un labio leporino o un paladar hendido, no pretendemos que el niño tenga un labio bonito o una cicatriz perfecta. Nuestro objetivo es que esa malformación no condicione el desarrollo físico, psíquico y social del paciente y pueda lograr una calidad de vida lo más normal posible, ha añadido.

Por ejemplo, "una gran malformación vascular cerca del ojo no se opera para disimularla, sino para que el paciente pueda conservar su ojo y mantenga una calidad de vida adecuada", ha puntualizado el doctor.

Asimismo, la cirugía plástica infantil presenta unas particularidades frente a este tipo de cirugía en los adultos. Montón ha explicado que, "ante todo, debe tenerse en cuenta que estas intervenciones deben practicarse en edades precoces para evitar interferencias en el desarrollo normal del niño".

Montón ha manifestado que "el manejo perioperatorio de estos pacientes es más delicado y las opciones reconstructivas se limitan". Sin embargo, la capacidad de curación y la manera de interiorizar los defectos es mucho mejor en los niños, y psicológicamente, su adaptación a los problemas es superior.

Por ejemplo, una de las limitaciones con las que se encuentran los cirujanos plásticos ante este perfil de pacientes es, tal y como explica el doctor Montón, "la falta de tejido disponible para ser utilizado a la hora de realizar trasplantes de una parte del organismo a otra (colgajos). Por otra parte, cuando se realiza una reconstrucción, esta tampoco debe interferir en el desarrollo normal del niño".