MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
Sustancias químicas tóxicas artificiales como los bifenilos policlorados (PCB) y los pesticidas organoclorados, que se absorben en el cuerpo y se almacenan en la grasa, podrían liberarse en el torrente sanguíneo durante la rápida pérdida de grasa que se produce tras una cirugía bariátrica, según un estudio de investigadores de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos).
Aunque se sabe que las cirugías bariátricas tienen posibles efectos secundarios adversos, incluyendo deficiencias de micronutrientes, la liberación de tóxicos ambientales del almacenamiento de grasa no es una que se haya reporatdo antes. Un gran conjunto de tóxicos ambientales, incluyendo los PCB, tienden a ser absorbidos por las moléculas de grasa que se almacenan en las células grasas y persisten indefinidamente en ellas. Se consideran contaminantes orgánicos persistentes (COP) porque no se descomponen rápidamente en animales, plantas, suelos o masas de agua.
Para el estudio, publicado en la revista 'Obesity', los investigadores examinaron a 26 personas que se sometieron a cirugía bariátrica de pérdida de peso, y encontraron evidencia de aumentos en los niveles de toxinas ambientales en el torrente sanguíneo que se sabe se almacenan a largo plazo en la grasa, entre ellas los PCB, los pesticidas organoclorados y los éteres de difenilo polibromados similares a los de PCB.
El análisis, realizado con la ayuda de expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), se centró en los niveles en el torrente sanguíneo de 41 contaminantes orgánicos persistentes, incluidos 24 compuestos de PCB y 5 plaguicidas organoclorados, que eran detectables en las muestras iniciales.
El estudio también ha revelado que los participantes nacidos antes de 1976, cuando la mayoría de estos compuestos químicos todavía se usaban ampliamente, tendían a tener niveles mucho más altos de los químicos en el torrente sanguíneo, en comparación con los participantes más jóvenes. Los resultados mostraron que los pacientes nacidos antes de 1976 comenzaron el estudio con niveles séricos aproximadamente 5 veces más altos de la mayoría de los PCB, así como niveles más altos de pesticidas organoclorados, en comparación con los pacientes nacidos después de 1976.
Durante los seis meses de pérdida de peso después de la cirugía, en los que los pacientes perdieron un promedio de 23 por ciento de su peso inicial, o casi 30 kg cada uno, ambos grupos de pacientes tendieron a mostrar aumentos en los niveles séricos de COP almacenados en grasa. "El hecho de que este tipo de cirugía cada vez más popular pueda estar causando que estos compuestos sean liberados en el torrente sanguíneo realmente nos desafía a entender sus consecuencias potenciales para la salud", explica el autor principal del estudio, John Groopman.
Por ejemplo, en los pacientes mayores, los niveles séricos de la mayoría de los PCB aumentaron entre 15 y 25 por ciento por cada 10 kg de peso perdido. Los pacientes mayores, que comenzaron con niveles séricos de base más altos de la mayoría de los COP, y que presumiblemente tenían reservas de grasa mucho mayores de estos compuestos, tendían a tener tasas más altas de aumento en los niveles séricos de los COP por unidad de peso perdido, especialmente para los COP.
