Cinta, hilo o seda dental, ¿qué es mejor para el cuidado de la boca?

Hilo dental.
Hilo dental. - ISTOCK
Publicado: domingo, 29 octubre 2023 7:59

   MADRID, 29 Oct. (EDIZIONES) -

   La dentadura es para toda la vida y no debemos descuidarla. Es fundamental para nuestra salud a nivel general, pero es que también se relaciona con el posible desarrollo de enfermedades sistémicas. Cuidarla, en definitiva, es vital para nosotros y hoy en día disponemos de numerosos productos en el mercado para la higiene oral, aunque a veces nos perdemos.

   Por ejemplo, existen en el mercado la cinta, el hilo dental, o la seda. ¿Cuál sueles emplear tú? Porque es imprescindible su uso, ya que los tres se encargan de retirar los restos de comida que se acumulan en los dientes evitando la formación de sarro y de lesiones de caries dental.

   Según nos cuenta en una entrevista con Infosalus la doctora Carla Carolina Herrera, odontóloga y magister scientiarum en odontopediatría, así como fundadora del proyecto Amaranta (centro odontológico en Santa Cruz de Tenerife), mantiene que, aunque no lo creamos existen en el mercado diferentes productos para el cuidado oral y, concretamente, hay diferentes tipos de 'hilo' dental: "Estaría por un lado el 'hilo dental' en sí, después se encontraría la 'seda dental', para posteriormente encontrar la 'cinta dental'".

   Los tres, según detalla, están formados por hebras de nailon y lo que los diferencia es realmente su grosor. "Al principio lo que había era el hilo dental, un productor básico que se podía conseguir en cualquier sitio; si bien el mercado se dio cuenta de que el hilo no cubría las necesidades de todos pacientes y se modificó este producto y se hizo mejor", señala. En cuanto a la seda dice que es muy parecida al hilo, aunque más fina, y luego está el hilo, que es más grueso.

LAS DIFERENTES PRESENTACIONES

   Los hay en el mercado y con diferentes presentaciones, tal y como apunta: con o sin flúor, con o sin cera, o bien pueden ser de sabores. Considera que la cera ayuda "y mucho" a que los filamentos se deslicen entre los dientes y sin maltratar a las encías; mientras que en el caso del flúor aporta una protección extra en esos rincones a los que el cepillado no llega, precisa.

   Ella se confiesa fan de la cinta dental (aplanada y ancha) con cera y flúor, "es increíble para el uso en los niños porque no ejerce tanta presión al entrar y al ser una superficie ancha te limpia super rápido la superficie entre los dientes".

   "Los tres cumplen la misma función. Pero uno para cada boca. Se debe elegir en función de con lo que nos sintamos más cómodos", subraya esta odontóloga que precisamente acaba de publicar 'Una sonrisa para toda la vida' (Lunwerg), donde apunta que dependiendo de la posición de los dientes nos podrá funcionar uno mejor que otro.

   Indica que hay que usarlos por lo menos una vez al día, "antes del cepillado nocturno es buen momento", según aprecia, si bien apunta que si se tienen problemas de malposición dentaria no está mal que en el trabajo también se utilice después de comer.

CEPILLOS INTERDENTALES Y EL IRRIGADOR TAMBIÉN VALEN

   Por otro lado, apunta a los cepillos interdentales o interproximales, más indicados en el caso de personas con ortodoncia, unos "minicepillos" que ayudan a limpiar y a retirar los restos de comida entre los dientes cuando hay mucho espacio entre ellos y también a limpiar entre los Brackets y arcos en estos pacientes; y por otro lado menciona los arcos dentales, más orientados hacia los niños.

   Sobre los irrigadores bucales reconoce que "cumplen una función maravillosa", dado que mediante un chorro de agua de presión se pueden barrer los restos de comida que quedan entre los dientes. "No sustituye el hilo, pero sí remueve la placa que se acumula. Cuando un paciente tiene carillas, implantes o coronas está indicado en estos casos porque llega. Después pasar cera, hilo y el cepillado", aconseja la doctora Carla Carolina.

   En último lugar esta odontóloga detalla cuál es el ritual idóneo para nuestro cuidado bucal, empezando por el enjuague bucal, con el que retirar los restos de comida; después apunta al uso del irrigador; posteriormente la seda, cinta o el hilo dental; para continuar con el cepillado y sin enjuagarse, con idea de que los restos de pasta dental se queden en la boca y evitar comer en unos 40 minutos para que el flúor haga su función, y ayude también a equilibrar el ph oral.