MADRID 20 Jul. (Infosalus/EP) -
El yoga se encuentra entre las actividades físicas más completas en cuanto al equilibrio entre cuerpo y mente que aporta y quizás por eso siga ganando adeptos dentro nuestras fronteras. Sin embargo, antes de comenzar a practicarlo e integrarlo en nuestras vidas es mejor tener en cuenta algunas recomendaciones básicas.
Según señalan desde el sitio web dirigido a pacientes de la Clínica Cleveland (health.clevelandclinic.org), el yoga puede contrarrestar la pérdida de flexibilidad que puede ocurrir con el paso de los años, mejorar la postura, el equilibrio y la fuerza del organismo, además de ayudar a controlar el estrés, aportar más energía e incluso mejorar la memoria.
Entre los beneficios del yoga también apuntan que reduce la presión sanguínea y alivia todo tipo de dolor, incluyendo la artritis. "Para cualquiera que esté luchando con cambios de humor o depresión, el yoga puede realmente ayudar", afirman.
Acudir a una clase de forma periódica también conlleva crear nuevas relaciones con otros estudiantes en la clase, lo que proporciona un sentimiento de comunidad y distrae del dolor y la negatividad, añaden los de Cleveland.
Si estás pensando en comenzar a practicar yoga como propósito después de las vacaciones o bien cayó de tu lista de propósitos de año nuevo y deseas recuperar la oportunidad, desde la web de la clínica estadounidense hacen las siguientes recomendaciones:
1. Buscar ofertas de yoga y de instructores antes de acudir a una clase: algunas clases se centran sobre todo en el cuerpo físico mientras que otras se centran más en la mente, las emociones y la espiritualidad. Cada instructor es diferente en su método. Sería conveniente probar diferentes clases y profesores para encontrar el que mejor se adapta a lo que buscamos.
2. Comenzar con una clase para principiantes: muchos centros sociales y de deporte ofrecen clases para principiantes. Estas clases tienen en cuenta aspectos de la salud comunes para muchas personas como problemas cardiacos, osteoporosis, trastornos de la espalda y los huesos o el reemplazo articular.
En una buena clase para principiantes se modifican las posturas con variaciones más suaves y soportes (como una silla). Además, en estas clases se limitan o eliminan las actividades en las que haya que doblar el cuerpo para que quienes comienzan con menos capacidad física y restricciones puedan apoyarse en un soporte y gradualmente desarrollar fuerza y resistencia.
La respiración profunda consciente, la meditación y la relajación se suelen incluir, los componentes quizá más beneficiosos para el estrés y la ansiedad.
3. Elegir entre diferentes tipos de yoga según los objetivos personales:
Si se busca relajación y eliminar estrés, una clase suave como el yoga en silla, el hatha yoga o el yoga reconstituyente, que incluyen más relajación y meditación, podría ser lo más adecuado. Aunque los movimientos son más suaves en estos tipos de yoga también se puede aumentar la fuerza y la flexibilidad del organismo.
Si se busca más ejercicio físico y cardio y el yoga es el único ejercicio que se realiza, la mejor elección podría ser una clase con más movimiento como el vinyasa yoga. Un componente importante en este estilo de yoga más activo es la combinación del movimiento con la respiración.
4. Ir poco a poco para evitar lesiones: el yoga es un proceso en el que se toma conciencia del propio cuerpo y se parte de cada situación individual para trabajar. No debería existir dolor en el yoga y las clases más vigorosas aumentan las posibilidades de lesión, en especial si no se está familiarizado con los mecanismos corporales correctos para las posturas. Es básico aprender cómo realizar las posturas despacio y deliberadamente antes de intentar realizarlas más deprisa.
Podría ser beneficioso observar una clase antes de participar en ella o familiarizarnos con las posturas y asegurar que la clase está a un nivel apropiado para nosotros. Incluso una clase más fuerte debería dejar tiempo suficiente para la relajación al final porque el cuerpo necesita tiempo para descansar y recuperarse.
5. Comentar al instructor cualquier trastorno de salud o lesiones existentes: es esencial asegurarse de que el instructor está avisado de cualquier trastorno o limitación que tengamos y que posea una certificación válida y pueda ayudarnos a trabajar en nuestro nivel de habilidad.