Los cigarrillos electrónicos ¿Tienen impacto en espacios cerrados?

Foto de cigarrillo electrónicos
CEDIDA
Actualizado: lunes, 15 junio 2015 13:02

   MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Un estudio del Grupo de Investigación Soluciones e Innovación en Química Analítica de la Universidad de Valencia ha realizado un estudio que compara el humo del tabaco con el vapor de los cigarrillos y concluye que estos últimos no tienen "ningún impacto" en espacios cerrados.

   El trabajo, liderado por Miguel de la Guardia, se ha realizado mediante la toma de muestras del humo exhalado procedente de cigarrillos convencionales y del vapor de un cigarrillo electrónico relleno con un mililitro de e-líquido de 16 miligramos.

   Entre otros aspectos se ha analizado la concentración de nicotina en el vapor de los cigarrillos electrónicos y en el humo del tabaco, evaluando, además, la presencia e impacto de esta sustancia en ambientes cerrados tras la utilización de ambos productos.

   De este modo, el análisis comparativo ha confirmado que, desde el punto de vista científico, tabaco y cigarrillo electrónico son productos "completamente" diferentes.

   "La nicotina es el único ingrediente común entre cigarrillos electrónicos y tabaco, pero su presencia en el vapor exhalado es de un 450 a un 700 por ciento menor que en el humo y su prevalencia en el aire es fugaz", explica De la Guardia, ya que en los vapeadores se encontraron 95 nanogramos de nicotina y en el humo del tabaco unos 670.

   Además, tras una y dos caladas de un cigarrillo electrónico, no se detecta presencia de nicotina en el ambiente en muestreos de 1 centímetro de distancia. La presencia en el ambiente de la nicotina solo sería detectable a un centímetro de distancia y después de tres vapeadas seguidas de 4 a 5 segundos de duración, a niveles de 8 nanogramos, en cuyo caso se estaría hablando de "niveles ínfimos y un escenario exagerado y no realista", defiende De la Guardia.

NIVELES TAMBIÉN REDUCIDOS DE OTRAS SUSTANCIAS

   Del mismo modo, el estudio también ha analizado la posible transmisión en el ambiente del propilenglicol y glicerina, ingredientes utilizados en los cigarrillos electrónicos y empleados habitualmente por industrias como la alimentaria.

   El análisis del vapor exhalado indica unos niveles de presencia ínfimos de estos elementos, de 100 microgramos en el caso del propilenglicol y de 8 microgramos en el caso de la glicerina, "unas cifras que reflejan una baja o nula incidencia en el enrarecimiento del ambiente", apunta De la Guardia.

   "Los resultados de la investigación evidencian las intrínsecas diferencias entre tabaco y cigarrillo electrónico, en cuyo caso además no se da el hecho de la combustión, considerada la principal fuente de las enfermedades cardiovasculares asociadas al tabaco", explican los autores.

   Las técnicas empleadas para el análisis del humo y el vapeo han sido la espectrometría de movilidad iónica y la cromatografía, y se realizaron durante el mes de mayo en el laboratorio que el grupo de investigadores tiene en la Universidad de Valencia.

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