Los cigarrillos electrónicos desechables son más tóxicos que los cigarrillos tradicionales

Archivo - Concepto de nicotina sintética. Varios cigarrillos electrónicos desechables.
Archivo - Concepto de nicotina sintética. Varios cigarrillos electrónicos desechables. - ROMAN MYKHALCHUK/ ISTOCK - Archivo
Publicado: jueves, 26 junio 2025 7:10

   MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

La mayoría de los consumidores de cigarrillos electrónicos desechables son adolescentes o adultos jóvenes, quienes también son muy susceptibles a la exposición al plomo. Inhalar ciertos metales puede aumentar el riesgo de cáncer, enfermedades respiratorias y daño nervioso.

   Algunos cigarrillos electrónicos desechables y cápsulas de vapeo liberan mayores cantidades de metales tóxicos que los cigarrillos electrónicos más antiguos y los cigarrillos tradicionales, según un estudio de la Universidad de California en Davis (Estados Unidos).

   Para poner números, uno de los cigarrillos electrónicos desechables estudiados liberó más plomo durante un día de uso que casi 20 paquetes de cigarrillos tradicionales.

   El estudio, publicado en la revista 'ACS Central Science', señala que, si bien la mayoría de los cigarrillos electrónicos desechables son ilegales en Estados Unidos, su disponibilidad sigue siendo amplia.

EL RIESGO OCULTO DE LOS CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS DESECHABLES

   "Nuestro estudio destaca el riesgo oculto de estos nuevos y populares cigarrillos electrónicos desechables -con niveles peligrosos de plomo neurotóxico y níquel y antimonio cancerígenos-, lo que subraya la necesidad de una aplicación urgente de la normativa", declara el autor principal, Brett Poulin, profesor adjunto del Departamento de Toxicología Ambiental de UC Davis.

"Estos riesgos no solo son peores que los de otros cigarrillos electrónicos, sino también, en algunos casos, que los de los cigarrillos tradicionales", señalan.

   Para este trabajo, los científicos analizaron el metal y los metaloides presentes en siete tipos de dispositivos desechables de tres de las marcas más populares. Mediante un instrumento para activar los cigarrillos electrónicos desechables y calentar el líquido interno, generaron entre 500 y 1500 caladas para cada dispositivo.

   Así descubrieron que algunos dispositivos emitieron concentraciones sorprendentemente altas de elementos en el vapor, incluidos antimonio y plomo. Los niveles de cromo, níquel y antimonio aumentaron a medida que aumentó el número de bocanadas. La mayoría de los cigarrillos electrónicos desechables analizados liberaron cantidades significativamente mayores de metales y metaloides en los vapores que los vaporizadores recargables anteriores.

   Posteriormente, los científicos desmontaron los dispositivos para rastrear las fuentes de los metales. "Descubrimos que estos dispositivos desechables tienen toxinas ya presentes en el e-líquido, o que se filtran en gran medida de sus componentes a los e-líquidos y, en última instancia, se transfieren al humo", detallan los investigadores.

    Los componentes de aleación de bronce con plomo de algunos dispositivos liberaron níquel y plomo al líquido de vapeo. También se liberó níquel de las resistencias de calentamiento, y se encontró antimonio en niveles elevados en líquidos de vapeo no utilizados, factores que aumentan el riesgo de cáncer.

Los investigadores también evaluaron el riesgo para la salud de los usuarios diarios. Los vapores de tres de los dispositivos contenían niveles de níquel y dos de antimonio que excedían los límites de riesgo de cáncer. Los vapores de cuatro de los dispositivos emitían níquel y plomo, lo que superaba los umbrales de riesgo para enfermedades distintas del cáncer, como daño neurológico y enfermedades respiratorias.

LOS INVESTIGADORES PROBARON SÓLO TRES DE LAS CASI 100

   Aunque los investigadores probaron sólo tres de las casi 100 marcas de cigarrillos electrónicos desechables que hay en el mercado, dicen que este trabajo inicial genera preocupación dada la popularidad de los cigarrillos electrónicos desechables, especialmente entre los adolescentes.

   El mercado también está superando a la ciencia. Hay pocos estudios disponibles sobre los dispositivos relativamente nuevos, lo que deja a los consumidores y a los reguladores en gran medida desinformados.

El trabajo subraya la necesidad de aplicar las regulaciones sobre los cigarrillos electrónicos ilegales, a la vez que se continúa la investigación para revelar la magnitud del problema y sus implicaciones para la salud pública.

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