Los cigarrillos electrónico no consiguen adictos entre los jóvenes

Cigarrillo electrónico
Foto: GETTY//JANIFEST
Actualizado: jueves, 16 abril 2015 14:51

MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El vapeo de los cigarrillos electrónicos o 'e-cigarrillos' como alternativa al consumo de tabaco ha crecido mucho en el último año, además se podría decir que entre los adolescentes, incluyendo aquellos que nunca han fumado, se está popularizando. Sin embargo, pocos de los que los prueban se conviertan en consumidores habituales dejando de lado el tabaco normal.

   Este es el principal resultado de un estudio, publicado en la revista digital 'BMJ Open', que basa sus conclusiones en los resultados de dos encuestas representativas a nivel nacional de los alumnos de primaria y secundaria de más de 150 escuelas en Gales, Reino Unido, realizadas en 2013 y 2014.

   En total, se encuestó a 1.601 niños de 10 a 11 años y 9.055 niños de 11 a 16 años sobre su consumo de cigarrillos electrónicos. El consumo de e-cigarrillos, al menos una vez, era más común que haber fumado un cigarrillo convencional entre todos los grupos de edad, excepto los más mayores (15-16 años).

   El 5,8 por ciento de los de 10 a 11 años de edad había probado los cigarrillos electrónicos mucho más que los que habían probado el tabaco (1,6 por ciento), mientras que una proporción considerable (12,3 por ciento) de los de 11 a 16 años dijeron que habían consumido cigarrillos electrónicos, independientemente de su sexo, origen étnico o riqueza familiar.

   Esto contrasta con el patrón visto en el tabaquismo, donde todos estos factores entran en juego, lo que sugiere que los cigarrillos electrónicos pueden tener un atractivo más amplio entre todos los sectores de la población adolescente, según los investigadores de este trabajo.

   Del mismo modo, la proporción de adolescentes que había consumido cigarrillos electrónicos pero que nunca habían fumado se elevó de 5,3 por ciento entre los niños de 10-11 años de edad al 8 por ciento entre los de 15-16 años.

   Pero sólo el 1,5 por ciento (125) de los jóvenes de 11 a 16 años dijeron que consumían e-cigarrillos regularmente, definido como el consumo al menos una vez al mes. Esto incluyó al 0,3 por ciento de los que afirmaron que nunca habían fumado cigarrillos convencionales.

ES POCO PROBABLE QUE CONTRIBUYA A LA ADICCIÓN

   Estas cifras sugieren que es poco probable que los e-cigarrillos contribuyan de manera importante a la adicción a la nicotina de los adolescentes en la actualidad, según los científicos, que señalan que la Organización Mundial de la Salud ha reconocido que hay poca evidencia sobre si los cigarrillos electrónicos pueden o no actuar como puerta de entrada al consumo de tabaco convencional.

   Las probabilidades del consumo regular cigarrillos electrónicas eran 100 veces más altas entre los fumadores semanales actuales que entre los no fumadores, y 50 veces más alta entre los que habían fumado cannabis. El fuerte vínculo entre el consumo actual de tabaco y e-cigarrillos sugiere que los adolescentes no están utilizando estos productos para ayudarles a dejar de fumar, dicen estos expertos.

   Los autores del estudio admiten que la falta de consenso sobre qué constituye la "utilización" de un e-cigarrillo presenta una especie de reto para la investigación en esta área y sugieren que se necesitan análisis aún mucho más a largo plazo que incluyan la generación de jóvenes que han crecido con el e-cigarrillo antes de sacar conclusiones firmes.

16 MILLONES DE MENORES CON ACCESO

   Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos(CDC, en sus siglas en inglés) alertaban el pasado mes de diciembre de que 16 millones de niños estadounidenses pueden comprar legalmente cigarrillos electrónicos, ya que los estados donde residen no han prohibido su venta a menores.

   "El humo emitido por estos productos puede contener ingredientes dañinos o potencialmente dañinos", afirmaba un responsable de la Oficina de Tabaco y Salud de los CDC, Brian King, que ha expresado además su preocupación por estas sustancias, más allá del efecto de la nicotina.

   "Hay otros componentes que han sido identificados, componentes volátiles y partículas ultrafinas, incluso metales pesados. Lo que se dice sobre que el humo del cigarrillo electrónico no es dañino no es cierto", concluía.