MADRID 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
La cifoplastia con balón ha demostrado su eficacia en el tratamiento de las fracturas vertebrales por compresión agudas al ofrecer una mejoría superior en la calidad de vida, la función lumbar y la lumbalgia en comparación con los pacientes que no recibieron tratamiento quirúrgico, con terapias como analgésicos, fisioterapia, órtesis y reposo en cama, según se desprende de un estudio publicado en la edición 'on-line' de la revista 'The Lancet'.
De este modo, y tras un seguimiento a más de 300 pacientes de ocho países distintos, se observó que, al cabo de un mes después de la intervención, la calidad de vida de los pacientes era mejor tras la cifoplastia con balón que en el grupo de control con tratamiento no quirúrgico.
Los pacientes sometidos a esta técnica presentaron una mejoría en la realización de las actividades cotidianas un mes después de la intervención 2,5 veces mayor que los pacientes del grupo sin cirugía. En cuanto a la función lumbar, demostraron una mejoría estadísticamente significativa de 4 puntos más que en el grupo que recibió el tratamiento no quirúrgico al cabo de un mes y de 2,6 puntos más a los 12 meses.
El nivel de alivio del dolor que alcanzaron los pacientes sometidos a una cifoplastia con balón una semana después de la cirugía fue tres veces mayor que en el grupo con tratamiento médico. La lumbalgia disminuyó en 2,2 puntos más en el grupo con cifoplastia con balón una semana después del procedimiento, cifra estadísticamente significativa.
Además, el dolor seguía siendo inferior en 0,9 puntos más en ese grupo a los 12 meses, cifra, asimismo, con significación estadística. En concordancia, entre los pacientes sometidos a una cifoplastia con balón fue significativamente menor el porcentaje de personas que necesitaron narcóticos entre el mes uno y el mes seis, y el porcentaje de los que precisaron andadores durante el seguimiento y el periodo de actividad limitada debido a lumbalgia fue de aproximadamente 60 días menos a lo largo de 12 meses.
Sin embargo, al igual que en todos los estudios clínicos existieron limitaciones, y aunque el abandono del estudio fue más frecuente entre los pacientes no quirúrgicos, no hubo diferencias significativas entre los grupos en cuanto al dolor en la situación basal, la función ni la calidad de vida para los pacientes que completaron los 12 meses de seguimiento. Además, el tratamiento no quirúrgico no estaba estandarizado en todos los centros, explicó Medtronic, que comercializa esta técnica bajo el nombre de 'Kyphon', en un comunicado.