MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores brasileños analiza los mecanismos por los cuales el SARS-CoV-2 daña los riñones, potencialmente sirviendo como base para futuras investigaciones en busca de tratamientos para prevenir problemas renales graves e incluso enfermedad renal crónica en pacientes con COVID-19.
Un artículo de revisión, publicado en la revista 'Frontiers in Physiology', destaca el 3estudio realizado por investigadores afiliados a la Universidad Federal de So Paulo (UNIFESP) en Brasil. El estudio muestra que la interacción con la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) no solo permite que el virus se infecte y se replique en las células humanas, sino que puede causar un desequilibrio significativo en el sistema renina-angiotensina, que regula la presión arterial, y la calicreína-cinina. sistema, que está involucrado en la inflamación, el control de la presión arterial y otros procesos.
El deterioro de las funciones biológicas de ACE2 puede provocar una caída del flujo sanguíneo renal y una tasa de filtración glomerular (TFG) reducida, alterando la capacidad de los riñones para eliminar sustancias (metabolitos) que son tóxicas en cantidades excesivas. También puede aumentar la vasoconstricción en los riñones, lo que conduce al deterioro de la función renal.
"Los estudios y revisiones sistemáticas han confirmado una incidencia del 20% al 40% de lesión renal aguda en pacientes con COVID-19. Los datos que se están publicando ahora muestran que la recuperación es más lenta en algunos casos y que en otros ocurren complicaciones que requieren diálisis", ha señalado Nayara Azinheira Nobrega Cruz, primera autora del artículo.
Realizado en la facultad de medicina de la universidad (EPM-UNIFESP), el estudio fue parte de la investigación de doctorado de Cruz y fue apoyado por la FAPESP a través de tres proyectos. Otra parte del estudio, que analiza datos sobre la infección por SARS-CoV-2 en mujeres embarazadas y el papel de ACE2 en la placenta, también se publicó recientemente en 'Clinical Science'.
Mostró que las mujeres embarazadas infectadas por el virus corren un mayor riesgo de desarrollar preeclampsia, un trastorno caracterizado por presión arterial alta persistente que puede causar daños graves a la madre y al bebé.
La perspectiva de un aumento en el número de casos de daño renal grave debido a la pandemia COVID-19 es una gran preocupación, según la profesora Dulce Elena Casarini, co-investigadora principal del estudio junto a José Medina Pestana , quien dirige la EPM-UNIFESP del Kidney Hospital (HRIM) y es miembro del Centro de Contingencia de Coronavirus del Gobierno del Estado de So Paulo.
Una investigación realizada por un grupo internacional de científicos publicada el 1 de septiembre de 2021 en el 'Journal of the American Society of Nephrology', utilizando datos de los Estados Unidos, mostró que siete de cada 10.000 pacientes con COVID-19 leve o moderado requirieron diálisis o un trasplante de riñón, en el período de marzo de 2020 a marzo de 2021. Entre los pacientes no hospitalizados, el riesgo de lesión renal aguda dentro de los seis meses posteriores a la infección fue un 23% más alto que entre los sujetos no infectados.