MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias del País Vasco (CIC bioGUNE) y el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid han descubierto la implicación en la formación de tejidos y órganos de los exosomas, pequeñas vesículas secretadas al exterior por casi todos los tipos celulares del organismo que hasta ahora se consideraban meros contenedores de desechos.
Su existencia se conocía desde hace ya más de tres décadas, pero inicialmente se pensaba que sólo eran una especie de contenedores de los desperdicios celulares. Pero en los últimos años se había visto que también actúan como mensajeros, comunicando células cercanas o distantes y llevando información clave entre diferentes tejidos, en los que pueden alterar su fisiología, implicándose en los últimos años en la progresión del cáncer y el desarrollo de metástasis.
Además, desde hace varios años los exosomas han despertado un gran interés en la clínica en el desarrollo de biomarcadores no invasivos de distintas enfermedades como el cáncer, enfermedades neurodegenerativas, tuberculosis o VIH.
En este caso, el trabajo que publica la revista 'Nature Communications' ha observado que una proteína denominada Hedgehog, que regula el desarrollo de tejidos y la división de células madre, utiliza los exosomas como una forma para viajar entre diferentes células.
"Este transporte asociado a los exosomas ayuda a establecer un gradiente de concentración de la proteína Hedgehog generando en combinación con otras moléculas un mapa tridimensional esencial para la formación de los distintos tejidos y órganos que componen un organismo", ha reconocido Juan Manuel Falcón-Pérez, investigador que ha liderado la investigación en el CIC bioGUNE junto con Isabel Guerrero, del Severo Ochoa.
El trabajo demuestra claramente no solo la presencia de la proteína en estas vesículas sino también que la alteración en la formación de exosomas puede generar defectos en la señalización tisular mediada por la proteína Hedgehog.
ABRE LA VÍA A NUEVAS HERRAMIENTAS TERAPÉUTICAS
Un hallazgo que, según sus autores, es relevante porque contribuye a generar conocimiento sobre las fases iniciales del proceso de formación de tejidos y abre la vía al estudio de nuevas herramientas terapéuticas, ya que los exosomas son vesículas que pueden ser modificadas o manipuladas para conseguir que transporten las moléculas deseadas.
"Un gran número de moléculas regulan la proliferación y diferenciación de las células. Nuestro estudio muestra que los exosomas están implicados en estos procesos claves para la correcta formación de un organismo. Esto abre una gran oportunidad para entender mejor el proceso ya que añade un jugador hasta ahora no considerado", añade el científico.
Además, este experto cree que el descubrimiento proporciona las bases para desarrollar una "posible herramienta terapéutica con posibilidad de corregir defectos", debido a que los exosomas se pueden modificar y manipular para que transporten moléculas de interés", aunque matiza que en estos momentos "es difícil" concretar una "aplicación directa" y es necesario conocer mejor la interacción con otros componentes implicados en el proceso.
Para llevar a cabo los trabajos, los científicos han empleado técnicas avanzadas como microscopía electrónica, ultracentrifugación, la manipulación genética de organismos para expresar e inactivar genes, así como distintas análisis bioquímicos y celulares para evaluar los efectos causados por estas manipulaciones.