Científicos españoles demuestran el papel de las citocinas en la muerte de motoneuronas en casos de ELA

Actualizado: viernes, 16 junio 2006 12:24

PALMA DE MALLORCA 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un estudio del grupo de Neurobiología Celular del Instituto Universitario de Investigaciones en Ciencias de la Salud (IUNICS) ha demostrado el papel "fundamental" que tienen las citocinas en el proceso degenerativo de las motoneuronas en casos de pacientes afectados por la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), según informó hoy la UIB.

El grupo de investigación está integrado por miembros de la universidad balear y de la Conselleria de Salud y Consumo y dirigido por el doctor Gabriel Olmos, profesor titular del área de Biología Celular del Departamento de Biología de la UIB.

Las citocinas, unas proteínas sintetizadas por las células del glia como respuesta a la inflamación, aumentan la sensibilidad de las motoneuronas ante la toxicidad del ácido glumático, uno de los neurotransmisores que utilizan las células para intercambiar información. Las células de la glia introducen en su interior el ácido glutámico liberado por las neuronas manteniendo el medio extracelular con nieveles no perjudiciales.

La principal aportación del grupo de Neurobiología Celular del IUNICS es la demostración de que la acción de dos citocinas, el factor de necrosi tumoral alfa y el interferó gamma, tienen un efecto sinérgico, de manera que cuando actúan conjuntamente, el número de motoneuronas que mueren crece de manera significativa.

En los enfermos de ELA, una enfermedad neurodegenerativa, se da ese exceso de ácido que provoca la muerte de las motoneuronas y la consecuente debilidad y atrofia muscular progresiva, lo que conduce a una parálisis cada vez más intensa. Anualmente surgen dos casos nuevos de ELA por cada 100.000 habitantes, lo que supone quince nuevos enfermos entre la población mundial entre 60 y 69 años.

El descubrimiento de diferentes grupos de investigación de que el 20 por ciento de los casos de ELA familiar, un diez por ciento del total, están relacionados con una mutación del gen Cu-Zn superóxido dismutasa, ha posibilitado el desarrollo de animales de laboratorio con el gen mutante de los que los científicos del IUNICS se han servido para sus pruebas.

En la actualidad el equipo que dirige Olmos se compone de cinco investigadores, la responsable del Programa Ramón y Cajal Jerònia Lladó, dos becarios financiados por los Fondos de Investigación Sanitaria del Ministerio de Sanidad y Consumo, Margalida Mir y Víctor Asensio, y una becaria financiada por la Conselleria de Economía, Hacienda e Innovación, Laia Tolosa.