MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una investigación de la University of Wisconsin-Madison (Estados Unidos) ha desvelado que un cáncer de sangre poco común puede ser simulado en el laboratorio simplemente infectando simultáneamente a los glóbulos blancos con dos virus que se encuentran típicamente en estos tumores.
El linfoma primario de cavidades (PEL) es un raro cáncer de la sangre que afecta principalmente a las personas con sistemas inmunitarios comprometidos, como las personas infectadas por el VIH. Es agresivo, y los pacientes normalmente viven solo seis meses después de haber sido diagnosticados.
Las células B cancerosas que componen el PEL casi siempre albergan dos virus, el de Epstein-Barr (EBV) y el virus del herpes asociado con el sarcoma de Kaposi (KSHV), ambos conocidos por inducir otros tipos de cáncer. Investigaciones anteriores han fracasado en gran medida en infectar de forma estable las células B con ambos virus en el laboratorio, la clave para desarrollar un modelo productivo del cáncer para la investigación posterior.
Ahora, estos investigadores explican que los dos virus se apoyan mutuamente. Cuando las células B sanas se exponen a ambos virus en un día, una pequeña fracción de las células permanece infectada durante meses. Descubrieron una rara población de células infectadas por EBV y KSHV que superaban a otras células del laboratorio, comportándose de manera muy parecida a las células de los tumores PEL. Esta población de células de crecimiento rápido ayudará a los investigadores a entender cómo se forma este cáncer raro y cómo los virus pueden desencadenar el crecimiento incontrolable de las células.
"De repente, ahora tenemos una herramienta para entender por primera vez cómo es posible que un linfoma surja de la infección de dos virus tumorales y qué contribuyen esos dos virus", explican los investigadores, que en anteriores trabajos habían tratado de inducir un comportamiento similar al del PEL en las células B infectándolas con KSHV, el principal marcador del cáncer. Pero esas infecciones fracasaron. Las células se desprendían de la KSHV después de días o semanas y no continuaban creciendo.
Para Sugden, que estudió durante mucho tiempo el EBV, un virus del herpes que es la causa de la mononucleosis infecciosa común y de varios cánceres, la solución tenía sentido: usar los virus juntos. Después de todo, típicamente se encuentran juntos en células cancerosas aisladas de los pacientes. "Todo lo que sabemos sobre este virus dice que no será retenido en estos linfomas a menos que esté haciendo algo para contribuir", detallan.
En los primeros intentos, encontraron que las células B infectadas por el KSHV eran mejores cuando eran activadas por químicos inflamatorios para comenzar a dividirse. Aún así, las infecciones eran transitorias. Debido a que la infección por EBV también activa las células B, razonaron que el virus podría promover la infección por KSHV. Así que introdujeron ambos virus en las células, causando una infección asombrosa en uno o más días. El EBV aumentó considerablemente la fracción de células B que estaban infectadas con el KSHV, aunque todavía estaba limitada a alrededor del 2 por ciento de la población original.
Lo más relevante es que el EBV permitió que las células crecieran y mantuvieran el virus KSHV de manera estable durante meses. La infección por KSHV fue más exitosa cuando las células fueron infectadas con EBV un día antes de ser expuestas al KSHV. "Esa estrecha ventana para el éxito es probablemente una de las razones por las que la infección dual y el desarrollo posterior en PEL son raros en las personas", razonan.
Mientras que la pequeña fracción de las células B doblemente infectadas a menudo estaba cubierta por la población más grande de células parcialmente infectadas, los investigadores descubrieron una población que podía mantenerse por sí misma: lo que ellos llamaron el grupo 'rápido' de células creció por encima de todas las demás en el experimento, actuando de muchas maneras como el agresivo cáncer PEL.