MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad Estatal de Arizona (Estados Unidos) han descubierto, en un trabajo publicado en la revista 'Scientific Reports', una fuente común de mutaciones tumorales que podrían servir para crear una vacuna contra el cáncer.
Los expertos han examinado mutaciones en más de 50 líneas celulares de cáncer y 85 muestras de tejido de pacientes con cáncer de la Mayo Clinic Arizona, así como la sangre de personas con cáncer de pulmón, mama, cerebral, gástrico y otros tumores pancreáticos.
De esta forma, los científicos han encontrado una nueva fuente común de mutaciones tumorales que podría ofrecer tres niveles de terapia con una vacuna contra el cáncer: una vacuna ampliamente protectora o anticancerígena, vacunas específicas para el tipo de cáncer, y vacunas personalizadas contra el tumor basadas en mutaciones únicas de un individuo.
Para descubrir los neoantígenos en los tumores, el equipo de Johnston desarrolló un nuevo tipo de chip, el cual presentaba todos los 200.000 neoantígenos posibles, permitiéndoles detectar los anticuerpos en los pacientes de sangre.
"Hemos descubierto que incluso los 'tumores fríos', a nivel de ADN, cometen muchos errores a nivel de ARN. Y los errores en los que nos enfocamos son el cambio de marco péptido, ya que son mucho más inmunogénicos que las mutaciones puntuales utilizadas en las vacunas personales contra el cáncer", han dicho los expertos.
Lo que todas las mutaciones tumorales del cáncer tienen en común es la creación de neoantígenos, o pequeños fragmentos de proteínas llamados péptidos, hechos dentro de una célula cancerosa que el sistema inmunitario del huésped nunca ha visto antes. Sorprendentemente, la fuente de estos neoantígenos se encontró no a nivel de ADN, sino más bien, errores en el ARN de los tumores.
"En una célula cancerosa, resulta que todos los niveles de transferencia de información del ADN al ARN a la proteína se vuelven más propensos a errores. Propusimos que estos errores cometidos en las células cancerosas también pudiesen ser la fuente para desarrollar una vacuna contra el cáncer", han informado los investigadores estadounidenses.
400.000 PÉPTIDOS DE FRAMEHIFT
Para identificar rápidamente el cambio de marco y las mutaciones de empalme, el equipo de investigación de Johnston diseñó una matriz para detectar todos los péptidos de cambio de marco predichos posibles que cualquier célula tumoral podría producir. Construyeron a medida esta matriz de frameshift, que terminó conteniendo casi 400.000 péptidos de framehift, y los seleccionaron contra las muestras de sangre de pacientes con cáncer (y muestras sanas como control) para buscar los péptidos que tenían los anticuerpos más reactivos en la matriz.
De esta forma, los investigadores descubrieron que en los cinco tipos de cáncer, con la excepción del glioblastoma, las muestras tenían péptidos significativos que reaccionaban con anticuerpos en los pacientes con cáncer que los controles.
Dentro del mismo tipo de cáncer, los individuos mostraron tres patrones principales: la gran mayoría de los péptidos con desplazamiento de cuadros (69-80%) eran personales o únicos para ese individuo, entre el 16 y el 19 por ciento de los péptidos positivos fueron compartidos entre dos muestras dentro del mismo tipo de cáncer y entre el 1,5 por ciento y el 6,9 por ciento fueron compartidos entre tres o más .
Sorprendentemente, uno de los cánceres más difíciles de tratar, el glioblastoma, tenía el mayor potencial para vacunas personalizadas. De las 17 muestras de pacientes con glioblastoma estudiadas, cada paciente tenía 5.800 péptidos con desplazamiento de marco y, de estos, 4.500 eran únicos para ese paciente.