MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descubierto que el tráfico de las proteínas receptoras que hacen de anclaje a las células que constituyen la retina, conocidas como integrinas, son las responsables de controlar su plegamiento en los vertebrados durante el desarrollo embrionario.
Según explican en un artículo publicado en el último número de la revista 'Developmental Cell', para que las células del cuerpo lleguen al lugar donde deberán cumplir su función, deben desplazarse a través de los tejidos, para lo que se anclan a la matriz celular según un proceso mediado por dichas integrinas.
El investigador del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo del CSIC Juan Ramon Martínez-Morales, que ha dirigido el trabajo, compara el transporte activo de las integrinas hacia su frente de avance "con el movimiento de las orugas de un bulldozer".
Estos receptores de adhesión sirven de ancla para el ensamblaje local del citoesqueleto celular y permiten la propulsión de las células, según ha explicado.
La investigación ha descubierto que el mecanismo que controla reciclaje y movimiento de las integrinas es esencial para la transmisión de las fuerzas que dirigen el modelado tridimensional de un tejido simple en un órgano complejo como es el ojo.
Los estudios han sido llevados a cabo en embriones del pez medaka (Oryzias latipes), un organismo modelo; y han contado con la colaboración de investigadores del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa del CSIC y de la Universidad de Heidelberg (Alemania).