MADRID 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han abierto el camino para obtener aceitunas portadoras de microorganismos vivos probióticos, que aportan beneficios para la salud si se consumen en cantidades adecuadas.
Así, los investigadores han descubierto que las bacterias del género 'Lactobacillus' y las levaduras, responsables de la fermentación de las aceitunas de mesa 'estilo español o sevillano', se asocian formando una biopelícula y se adhieren a la piel de los frutos durante este proceso. Hasta ahora, se creía que estos microorganismos se encontraban dispersos y aislados en la salmuera en las que se sumergen las aceitunas durante el proceso de fermentación.
"Los microorganismos se asocian entre sí y a los frutos debido a que allí es donde encuentran una alta concentración y fácil disponibilidad de nutrientes como azúcares, aminoácidos y vitaminas durante la fermentación. Creemos que los lactobacilos y las levaduras de las salmueras son capaces de detectar esa concentración y migrar hacia la superficie de los frutos para formar, al cabo del tiempo, microcomunidades complejas", explica el investigador del Instituto de la Grasa de CSIC Rufino Jiménez.
En este sentido, destaca que "una aceituna de variedad Gordal lleva adherida a su epidermis más de 100.000 millones de lactobacilos y otras tantas levaduras en esas biopelículas". "Cuando comemos uno de estos frutos, estamos ingiriendo estas cantidades de microorganismos, por lo que ya se están estudiando sus características potencialmente probióticas, principalmente en las cepas de 'Lactobacillus pentosus'", adelanta Jiménez.
De hecho, el equipo encargado de la investigación, publicada en 'International Journal of Food Microbiology', trabaja ya en seleccionar cepas con una alta capacidad de adherirse a los frutos y, por tanto, aptas para cultivos iniciadores y con características saludables al mismo tiempo.