MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un estudio preclínico, en el que se han utilizado células madre para producir células fotorreceptoras progenitoras (células del ojo que detectan la luz) y trasplantarlas a modelos experimentales de retina dañada, ha dado como resultado una recuperación significativa de la visión.
Un grupo de científicos de la Facultad de Medicina Duke-NUS (Singapur), el Instituto de Investigación Ocular de Singapur y el Instituto Karolinska de Suecia, han conseguido dar un primer paso hacia la posible recuperación de la visión en enfermedades oculares caracterizadas por la pérdida de fotorreceptores.
"Nuestro laboratorio ha desarrollado un método novedoso que permite producir células progenitoras de fotorreceptores similares a las de los embriones humanos", ha explicado el primer autor del estudio del Centro de Investigación de la Visión de la Duke-NUS, Tay Hwee Goon. "El trasplante de estas células en modelos experimentales ha producido una restauración parcial de la función retiniana", ha añadido el profesor.
Según los expertos, la degeneración de los fotorreceptores del ojo es una causa importante de disminución de la visión que puede acabar provocando ceguera y para la que actualmente no existe ningún tratamiento eficaz. La degeneración de los fotorreceptores se produce en diversas enfermedades hereditarias de la retina, como la retinosis pigmentaria (una rara enfermedad ocular que descompone las células de la retina con el tiempo y acaba provocando pérdida de visión) y la degeneración macular asociada a la edad, una de las principales causas de discapacidad visual en todo el mundo.
La profesora Tay y su equipo desarrollaron un procedimiento para cultivar células madre embrionarias humanas en presencia de proteínas lamininas purificadas que intervienen en el desarrollo normal de la retina humana. En presencia de las lamininas, las células madre podían diferenciarse en células progenitoras fotorreceptoras encargadas de convertir la luz en señales que se envían al cerebro.
En este sentido, cuando estas células se trasplantaron a retinas dañadas, los modelos preclínicos mostraron una recuperación significativa de la visión. Una prueba diagnóstica llamada electrorretinograma también identificó una recuperación significativa en las retinas a través de la actividad eléctrica de la retina en respuesta a un estímulo luminoso. Las células trasplantadas establecieron conexiones con las células retinianas circundantes y los nervios de la retina interna. Además, sobrevivieron y funcionaron durante muchas semanas tras el trasplante.
De cara al futuro, el equipo espera perfeccionar su método para hacerlo más sencillo y lograr resultados más consistentes que en intentos anteriores de explorar la terapia con células madre para la sustitución de células fotorreceptoras.
"Es emocionante encontrar estos resultados, que sugieren una vía prometedora hacia el uso de células madre para tratar las formas de deterioro visual y ceguera causadas por la pérdida de fotorreceptores", ha afirmado el jefe de Investigación Molecular y Celular del Departamento de Neurociencia Clínica del Instituto Karolinska y autor principal del estudio, Helder Andre.
El próximo reto para los investigadores es explorar la eficacia de su método en modelos de degeneración de fotorreceptores que se asemejen más a la condición humana.