MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
Alex Zhavoronkov, científico jefe de la Fundación de Investigación de Biogerontología y director general de una empresa de inteligencia artificial, Insilico Medicine, ha propuesto una estrategia para volver a utilizar los conocidos geroprotectores como la rapamicina, el ribósido de nicotinamida, el mononucleótido de nicotinamida, la metformina y otros medicamentos con el conocido perfil de seguridad para la prevención de la infección por SARS-CoV-2 en ancianos.
El científico analizó los estudios clínicos previos de everolimus (RAD001) en ancianos sanos y las pruebas previas que mostraban los efectos paradójicos de inmunopotenciación de la rapamicina y propuso ensayos clínicos adicionales para estas moléculas en la población de ancianos sanos.
Además, ha instado al uso de relojes de envejecimiento profundo baratos y mínimamente invasivos para rastrear la eficacia de estas intervenciones geroprotectoras preventivas y para estratificar a los pacientes según la gravedad prevista de Covid-19.
"Estamos siguiendo varias estrategias para el descubrimiento de fármacos y su reutilización utilizando los últimos avances en inteligencia artificial integrados en nuestra plataforma de descubrimiento probada en la batalla. Sin embargo, está claro que el Covid-19 es una enfermedad gerófila y gerolávica. Es más severa y letal en los ancianos", detalla Zhavoronkov.
"La mayoría de las empresas e instituciones se apresuran a crear vacunas o medicamentos que se dirigen directamente al coronavirus. Pero estas intervenciones no ofrecerán una protección completa. Vemos que los niños y los muy jóvenes no tienen síntomas graves. Los geroprotectores pueden ayudar a mejorar las probabilidades de los ancianos", apunta otro de los investigadores, Dmitry Kaminskiy.