MADRID 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de científicos del que forma parte el investigador Xavier Rodó, del Laboratorio de Investigación del Clima de Barcelona, ha demostrado a través de un estudio que un pequeño incremento de las temperaturas provoca una mayor incidencia de la malaria. Esto se debe, según explicó Rodó a Europa Press, a que "el ciclo vital del mosquito que transmite la malaria es extremadamente sensible a cambios en la temperatura".
Para llegar a sus conclusiones los investigadores descubrieron que se había registrado un incremento de medio grado en las temperaturas de los altiplanos del Este de África entre 1950 y 2002, que antes se había cuestionado.
Después, utilizando modelos matemáticos del vector de la enfermedad, llegaron a la conclusión de que "este incremento, aún cuando podría considerarse pequeño, tiene un efecto claro en la mayor incidencia de malaria en el Este de África, ya que el ciclo vital del mosquito que transmite la malaria es extremadamente sensible a cambios en la temperatura".
En consecuencia, los resultados de este grupo de científicos, dirigidos por la investigadora argentina de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) Mercedes Pascual, "demuestran por primera vez que pequeñas variaciones en la temperatura tienen consecuencias biológicas notables". "Existe una gran amplificación biológica de las señales climáticas", dijo.
A juicio del profesor Rodó, "como las poblaciones de mosquitos en estas zonas de gran altitud son normalmente reducidas, cualquier incremento en su población originado por cambios en la temperatura puede afectar a la transmisión de la malaria". "En consecuencia, parece demostrado que ya no se puede obviar que aunque el cambio climático no es la principal causa del incremento en la incidencia de malaria, su efecto es ahora claramente discernible", agregó.
Por último, el profesor del Laboratorio de Investigación del Clima de Barcelona considera que su investigación puede suponer el desarrollo en el futuro de un sistema de alerta temprana "que permita anticipar la posible incidencia de malaria en esta región del planeta o en otras zonas de iguales características, previo ajuste del modelo desarrollado".
Asimismo, el modelo desarrollado "permite prever como crecerán las poblaciones del vector de la malaria en esta zona concreta" de forma que puedan "diseñarse de un modo efectivo campañas preventivas de erradicación temprana de estas poblaciones de mosquitos, y por tanto incidir disminuyendo la posible incidencia posterior de la enfermedad".