MADRID, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
La búsqueda del bienestar puede parecer, en estos tiempos, una carrera de obstáculos repleta de consejos contradictorios y promesas imposibles. Pero, ¿y si gran parte de lo que necesitamos para sentirnos mejor estuviera más cerca de lo que imaginamos? Más allá de terapias, gurús y rutinas virales, la ciencia se ha detenido a examinar hasta que punto cambio puede comenzar con algo tan sencillo como mirar hacia adentro.
¿Es cierto que basta con manifestar lo positivo que vemos en nosotros mismos para sentirnos mejor? ¿Podría ser que, detrás de muchas de estas recomendaciones que vemos a diario, haya una base científica que facilite el camino al bienestar?
LA CIENCIA RESPALDA UNA TÉCNICA SENCILLA PARA EL BIENESTAR
Recientes investigaciones han revisado en detalle el impacto de la autoafirmación o 'manifestación del yo' y sugieren que, tal vez, alcanzar una vida más satisfactoria podría ser más sencillo y cercano de lo que pensamos. La ciencia empieza a abrir una ventana fascinante en la que comprobar, por primera vez, qué hay de verdad en estas estrategias, y lo mejor es que han descubierto como hacerlo.
"Incluso ejercicios de autoafirmación breves y económicos pueden generar importantes beneficios psicológicos en términos de mejorar el bienestar personal y social", narra la doctora Minhong (Maggie) Wang, de la Universidad de Hong Kong (China) y autora de un estudio que respalda la autoafirmación y explica cómo conseguir "beneficios inmediatos y duraderos".
El estudio, publicado por la Asociación Americana de Psicología en 'American Psychologist', confirma que las autoafirmaciones -- breves ejercicios en los que las personas reflexionan sobre sus valores fundamentales, su identidad y sus rasgos positivos -- pueden aumentar el bienestar general de las personas, hacerlas más felices y conseguir progresos en acciones que tiene que ver con la motivación.
Investigaciones previas han sugerido que los ejercicios de autoafirmación pueden tener beneficios específicos, como mejorar el rendimiento académico de estudiantes con baja representación y aumentar la motivación para dejar de fumar.
EN QUÉ HA CONSISTIDO EL ESTUDIO
Estos ejercicios funcionan recordando a las personas sus fortalezas internas y actuando como un amortiguador contra amenazas y preocupaciones externas. En el estudio actual, Wang y sus colaboradores querían investigar si las autoafirmaciones también tienen efectos positivos más generales en el bienestar de las personas y, de ser así, si estos efectos son temporales o duraderos.
Para responder a estas preguntas, revisaron datos de 129 estudios de autoafirmaciones publicados en revistas con revisión por pares, con un total de 17.748 participantes. Para ser incluidos en el análisis, cada estudio debía incluir un ejercicio de autoafirmación independiente (la autoafirmación no podía formar parte de una intervención más amplia) e incluir al menos una medida de resultado relacionada con el bienestar.
Las medidas de resultado se agruparon en cuatro categorías: bienestar general (estado de ánimo y satisfacción vital); bienestar social (sentido de comunidad y pertenencia); autopercepción y autoestima; y reducción de las barreras al bienestar (síntomas negativos como la ansiedad o el estado de ánimo negativo).
Setenta y ocho estudios se realizaron en Estados Unidos, 10 en Europa, seis en Asia y el resto en países diferentes o no especificados. La mayoría de los estudios (89) se realizaron con estudiantes universitarios, 13 incluyeron participantes de entre 12 y 18 años y 27 incluyeron participantes adultos de entre 18 y 72 años.
¿QUÉ BENEFICIOS SE HAN VISTO?
En general, los investigadores descubrieron que las autoafirmaciones tuvieron efectos positivos en el bienestar general, el bienestar social, la autopercepción y la autoestima de las personas.
Las autoafirmaciones también redujeron síntomas negativos como la ansiedad y el estado de ánimo negativo. Estos efectos no desaparecieron de inmediato, sino que persistieron en el tiempo, con un seguimiento promedio de casi dos semanas en todos los estudios.
Los efectos se mantuvieron en adolescentes, estudiantes universitarios y adultos, y en todos los países. Sin embargo, el efecto de las autoafirmaciones en la autopercepción fue mayor en los adultos que en los adolescentes, y el efecto en el bienestar general fue mayor en los participantes estadounidenses que en los asiáticos y europeos.
¿CÓMO PONERLO EN PARCTICA?
Las intervenciones que demuestran beneficios son muy sencillas: la mayoría consisten en escribir sobre valores personales importantes o cualidades positivas propias (no necesariamente experiencias místicas ni ejercicios complejos), por ejemplo:
- Dedica unos minutos a reflexionar sobre aquello que más valoras en la vida (amistad, honestidad, creatividad…)
- Escribe por qué ese valor es importante para ti y cómo se expresa en tu día a día.
- Repite el ejercicio una vez o varias veces por semana.
- Puedes adaptar el ejercicio para reafirmar logros personales o momentos de fortaleza, según la modalidad del estudio.
Lo que más interesa y conviene destacar es que para obtener beneficios reales de bienestar basta con dedicar unos minutos a escribir, reflexionar y reafirmar los aspectos positivos de tu identidad y de tu día a día. No es necesario seguir rituales complicados ni invertir dinero en productos de moda.
¿QUÉ OPINA LA AUTORA?
"Los hallazgos abogan por integrar estrategias de autoafirmación en los programas de bienestar, especialmente en escuelas y universidades", desgrana Wang.
"Los educadores y padres pueden usar estrategias de autoafirmación para brindar apoyo psicológico inmediato y ayudar a los estudiantes a afrontar los desafíos y desarrollar resiliencia en situaciones difíciles. Estas estrategias pueden fomentar el bienestar individual y social, así como fortalecer las conexiones sociales dentro de las comunidades".