MADRID 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las inundaciones producidas en Chad desde julio han provocado una de las peores epidemias de cólera de los últimos diez años y ha obligado a los equipos de Fondo de Naciones Unidas para la infancia (UNICEF) y sus aliados a ampliar los trabajos en torno a la frontera con Camerún.
"Con tres regiones afectadas por la epidemia, incluyendo la capital, Yamena, y con una media de 50 casos cada día, la urgencia por actuar y por ampliar su alcance es más acuciante que nunca" explica Marzio Babille, representante de UNICEF en el país.
"UNICEF apoya tanto a las autoridades del país como a otras organizaciones en el tratamiento de la enfermedad y en actividades de salud pública y prevención, que ayudarán a contener la mortalidad y a frenar la propagación de la enfermedad",añadió.
Hasta el momento 112 personas han fallecido por la enfermedad y se han resgistrado 2.591 casos. UNICEF trabaja en colaboración con el Ministerio de Acción Social, el Ministerio de Salud, la OMS, organizaciones nacionales e internacionales e instituciones colaboradoras para hacer frente a la epidemia.
El grupo de respuesta lo lidera la sección encargada de Agua, Saneamiento e Higiene de UNICEF junto a Cruz Roja de Chad y una ONG local. Se han donado lotes a hospitales contra el cólera y se ha suministrado asistencia técnica al Ministerio de Sanidad.
En Goigudum, los pacientes acuden a diario a un campamento improvisado para recibir su dosis de doxiciclina, sales de rehidratación oral y en algunos casos líquidos intravenosos de emergencia, aunque la falta de suministros representa un riesgo considerable.
La vuelta a las clases se puede ver amenazada debido a que muchas familias han sido realojadas en las escuelas como consecuencia de las inundaciones y del cólera, por eso es prioritario aumentar las intervenciones. En total 145.000 personas se han visto afectadas por las inundaciones que se han producido en 12 regiones.