MADRID, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
El cerebro puede combinar la visión natural y artificial para ayudar a tratar la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), principal causa de ceguera en todo el mundo, según ha comprobado un equipo de investigadores de la Universidad de Bar-Ilan (Israel).
Ubicada dentro del ojo, la retina contiene fotorreceptores que absorben la luz. La mácula, el área central de la retina, procesa la mayor parte de la información que llega al cerebro desde el ojo, lo que permite ver mientras se lee y conduce al reconocimiento facial y cualquier otra actividad que requiera una visión precisa.
En la retina periférica, el área situada fuera de la mácula ayuda principalmente con el juicio espacial, siendo la visión 10-20 veces menos precisa. En la DMAE, la visión precisa se ve afectada por el daño en el centro de la retina, mientras que la visión periférica sigue siendo normal.
Cuando hay daños en las capas de fotorreceptores en la retina, se puede implantar una retina artificial, un dispositivo construido con electrodos diminutos, cuya activación da como resultado la estimulación eléctrica de las células retinianas restantes y la restauración visual, aunque parcialmente. Los pacientes con DMAE implantados con una retina artificial poseen una combinación de visión central artificial y visión periférica normal.
Ante este escenario, los investigadores han descubierto que el cerebro sabe cómo integrar la visión natural y artificial mientras mantiene el importante procesamiento de la información para visión. "Utilizamos un sistema de proyección único que estimulaba la visión natural, la visión artificial o una combinación de visión natural y artificial, al tiempo que registraba las respuestas corticales en ratones implantados con un implante subretiniano", han explicado los expertos.