MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) han descubierto que el cerebro cuenta con mecanismos para olvidar intencionadamente la información que no es necesaria y ahorrar energía, según los resultados de un trabajo que publica la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
Según las conclusiones del trabajo, en el que han participado investigadores de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, el cerebro es capaz de asimilar un estímulo nuevo pero rechaza los posteriores si son similares en el momento en que los reconoce.
Así, explican estos científicos, se da la paradoja de que "dos estímulos producen peores resultados que uno solo, aunque lo que está realmente pasando es que el cerebro activa mecanismos neuronales para evitar el gasto energético que supone el aprendizaje", han sugerido los autores.
La actividad neuronal encargada de memorizar información resulta un gasto energético adicional, por lo que el cerebro olvida de manera intencionada, aunque sea temporalmente, para ahorrar energía. Cuando el cerebro ha aprendido una determinada asociación se activa el mecanismo de freno del aprendizaje.
En el artículo publicado en 'PNAS' se describe el experimento que los científicos diseñaron para extraer las conclusiones del estudio. En una primera fase, se aplicaron dos estímulos al modelo experimental animal para que el cerebro los asociara: un tono acústico o señal luminosa y una ráfaga de aire que provocaba el parpadeo del ojo.
Seguidamente, se vio que el sujeto parpadeaba el ojo en el momento en que escuchaba nuevamente el tono o la señal luminosa, aún sin ráfaga de aire. Finalmente, al aplicar de nuevo el tono acústico o la señal luminosa a la vez con la ráfaga de aire, la asociación entre los estímulos se volvía confusa.
Para ello, estudiaron células de Purkinje, desencadenantes del parpadeo adaptativo condicionado temporal, provenientes del córtex del cerebelo de hurones y observaron que sus respuestas suprimen el estímulo no condicionado gradualmente, proporcionando por primera vez una evidencia fisiológica de este fenómeno descrito en el modelo de Rescorla-Wagner, utilizado en ciencias de la conducta y la Neurología.
"Las conclusiones del estudio pueden explicar porqué una asociación más fuerte conduce a un valor de refuerzo menor, en el contexto de un experimento de comportamiento condicionado", ha reconocido Riccardo Zucca, del Grupo de Investigación en Sistemas Perceptivos Emotivos y Cognitivos de la Universidad Pompeu Fabra.