VALÈNCIA, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
Cerca de un 70% de los runners de montaña sufren algún tipo de lesión musculoesquelética y las lesiones son más frecuentes en los corredores de mayor talla o peso, en los que carecen de elasticidad o en los que entrenan en superficies muy duras.
Así, lo señala el doctor Fernando Corbí, traumatólogo especialista en cadera del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, que explica que las lesiones músculo-tendinosas son las más frecuentes y, en las de cadera, la bursitis trocantérea.
Por ello, recalca que esta disciplina deportiva requiere de la preparación previa del cuerpo y la necesidad de revisiones médicas cardiovasculares así como del estado de la musculatura y las articulaciones para asegurarse de que el organismo esté listo para someterlo a correr.
Así, el especialista señala que para correr saludablemente hay que fortalecer la musculatura no solo corriendo sino también con ejercicios realizados en gimnasio o con deportes sin impacto, así como estirar de forma adecuada. En concreo, apunta que es "clave" trabajar una buena estabilidad lumbo-pélvica y tonificar los músculos implicados en la carrera y subraya "los mayores riesgos vienen de las sobrecargas por impacto repetitivo, sobre todo si existen problemas previos en las superficies articulares".
Por tanto, "es muy importante tanto para hombres como mujeres, trabajar a nivel muscular, -afirma el doctor Goncalves-, ya que una falta de movilidad en la cadera, de estabilidad en la rodilla o en la parte lumbar pueden llevar al desarrollo de lesiones".
Además, recalca que ante cualquier dolor en la cadera que no mejore con reposo es necesario acudir a un especialista para que realice un examen clínico y que pueda solicitar tras la visita todas las pruebas complementarias oportunas como radiografía, ecografía incluso resonancia con el objetivo de diferenciar que tipo de lesión es: si es una bursitis, una lesión musculotendinosa o de una articulación.
REEDUCAR LA FORMA DEL ENTRENAMIENTO
En ocasiones, comenta el profesional, con reeducar la forma del entrenamiento y fortalecer el tono muscular de las zonas afectadas es suficiente, mientras que "muchas veces el problema es muscular o tendinoso y está más asociado a la intensidad o al volumen del entrenamiento o defectos en la técnica de carrera".
Por ello, con realizar series más cortas al correr y asesorarse por un especialista en medicina deportiva es suficiente, pero si persisten las molestias, es necesario tratamiento con analgésico, antiinflamatorios y fisioterapia.
Si el dolor es muy fuerte el especialista puede valorar las infiltraciones bien con corticoides o con plasma rico en plaquetas. En función del tipo de lesión y no hay mejoría puede ser necesario practicar una cirugía abierta o artroscópica. "El tratamiento con artroscopia de la cadera del corredor, nos permite una reincorporación al running de manera efectiva y precoz", concluye el doctor Corbí,
