Cerca del 20% de las personas que practican deportes de invierno padecen enfermedades oculares

Sierra Nevada
EP
Actualizado: jueves, 2 diciembre 2010 13:04

MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

El 20 por ciento de las personas que practican deportes de invierno como el esquí, el snowboard o el alpinismo padecen algún tipo de enfermedad ocular, como queratoconjuntivitis, úlceras crónicas y cataratas, según un informe realizado por especialistas de la visión.

"Los síntomas de la oftalmia de la nieve aparecen entre cuatro y seis horas después de la exposición a la radiación ultravioleta. Por eso, casi siempre las personas afectadas ya están en sus casas cuando comienzan a sentir molestias como una sensación similar a la de tener un cuerpo extraño en el ojo, lagrimeo y fotofobia, ojos rojos y disminución de la agudeza visual", señala el doctor Fernando Llovet, director médico de Clínica Baviera.

Según informa, hay que tener especial cuidado en la montaña con las radiaciones solares porque a altitudes elevadas la capacidad de protección de la atmósfera es mucho menor que en las zonas bajas. Se estima que por cada 1.000 metros de altura, el efecto dañino de la radiación solar sobre los ojos aumenta un 15 por ciento.

Además, la nieve refleja el 80 por ciento de los rayos ultravioletas, por lo que la sobreexposición ocular a esta luz puede producir la denominada oftalmia de la nieve o queratoconjuntivitis solar.

Una exposición repetida a los rayos solares en la nieve puede causar, además de la queratoconjuntivitis solar, lesiones en el cristalino (cataratas) y en la retina (maculopatías), cuya gravedad dependerá de la dosis de radiación ultravioleta acumulada a lo largo de la vida, al igual que con el cáncer de piel.

Para este experto, "lo importante en este caso, como en la mayor parte de los temas relacionados con la visión, es la prevención", para lo que aconseja protegerse de la radiación ultravioleta utilizando gafas oscuras con filtro UV y que cubran el ojo por completo.

Y, advierte de que, precisamente, "los niños y los adultos mayores generalmente sufren menos lesiones de este tipo, ya que los primeros son protegidos por sus padres y los últimos tienen conciencia de la necesidad de prevenir estas patologías".