El Centro del Cáncer de Salamanca prueba cómo generar un modelo de 'mini-colon' capaz de iniciar tumores in vitro - CENTRO DEL CÁNCER DE SALAMANCA
SALAMANCA 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El científico de la Universidad de Salamanca en el Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca (CSIC-USAL-FICUS) Francisco Lorenzo-Martín ha establecido un minucioso protocolo experimental que detalla por primera vez cómo generar, paso a paso, un avanzado modelo de 'mini-colon' capaz de iniciar tumores in vitro.
Este hito, publicado en Nature Protocols, consigue convertir un sofisticado sistema de bioingeniería en un recurso más accesible para laboratorios de todo el mundo "en un claro ejemplo de ciencia abierta".
Estos resultados nacen de un nuevo modelo de investigación del cáncer de colon que Lorenzo-Martín ha desarrollado en su etapa postdoctoral en la EPFL en Suiza, tal y como han informado desde el CIC en un comunicado recogido por Europa Press.
En esencia, el método combina técnicas de bioingeniería, de cultivo de tejidos y de genética controlada por luz para crear cólones artificiales en miniatura, de apenas un milímetro de tamaño y muy parecidos al tejido real.
En estos mini-cólones se puede "encender" la aparición de tumores de forma "muy precisa", con la elección de en qué zona y en qué momento se activan las células que se van a transformar en cancerosas.
"En nuestro protocolo explicamos cómo construir los soportes de gel donde crecerán estos tejidos en miniatura y cómo hacer que funcionen como un tejido vivo capaz de reproducir comportamientos reales de los tumores", ha señalado el doctor Lorenzo- Martín.
En el modelo presentado, las células crecen sobre una especie de andamio de hidrogel tallado con láser, que imita la geometría del intestino y favorece la organización del tejido de colon.
Además, el 'encendido' de tumores se puede desarrollar gracias a la optogenética, que es una técnica que combina genética y luz para controlar con mucha precisión eventos moleculares en células específicas.
La ventaja de este modelo es que, por una parte, funciona como un tejido vivo y, por otra, es un entorno controlado, reproducible y modificable en el laboratorio, han explicado desde el CIC.
Esta precisión espacial y temporal permite estudiar con un detalle "sin precedentes" cómo se originan los tumores, qué factores aceleran o frenan su desarrollo y cómo responden a cambios en el microambiente, la dieta o la microbiota intestinal.
Así, con su capacidad para monitorizar los procesos celulares en tiempo real y a resolución de célula única, este sistema ofrece una alternativa "potente y ética" a los modelos animales tradicionales. Además, el nivel de detalle metodológico facilita su adopción por otros laboratorios, lo que democratiza una tecnología de frontera.