MADRID 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Drexel en Philadelphia (Estados Unidos) han observado qué hace que las células tumorales se muevan de forma distinta a las sanas, una cualidad que hace que la enfermedad sea tan letal y que explica por qué una de las claves del tratamiento sea contener al tumor e impedir que se expanda a otros órganos.
De hecho, el autor de este hallazgo, Ryan Petrie, cree que prevenir el movimiento inadecuado de las células tumorales metastásicas podría utilizarse en combinación con algunas quimioterapias para mejorar la supervivencia al cáncer.
En el estudio que publica la revista 'Journal of Cell Biology', Petrie y su equipo trataron de analizar por qué un tipo de células tumorales, los fibrosarcomas, son incapaces de realizar algunos movimientos que las células sanas del tejido conectivo realizan cuando se mueven a través de estrechos ambientes tridimensionales.
Dado que los núcleos de las células son grandes y rígidos, no tienen fácil encogerse para pasar a través de esas estructuras. Cuando esto sucede, las células normales cambian su movimiento para crear una presión diferencial dentro de la célula moviendo su núcleo, como un pistón en un motor.
Pero la investigación de Petrie en animales reveló que las células del fibrosarcoma no pueden realizar este movimiento para conseguir pasar a través de esos apretados rincones cuando ciertas enzimas de la proteasa presenta una elevada actividad. Por lo tanto, estas células tumorales acaban mordiendo su camino mientras, que las células sanas se adaptan para seguir hacia adelante dejando la matriz intacta.
"La migración celular es una característica letal de los tumores metastásicos, donde las células malignas comienzan a moverse inadecuadamente y se propagan a través del organismo para provocar segundos tumores", según Petrie.
Pero la investigación tiene implicaciones más allá de la lucha contra las células tumorales, ya que promover el movimiento de los fibroblastos en tejidos tridimensionales específicos como la dermis --piel-- y el cartílago podría servir para curar heridas difíciles de tratar.
"Conocer los mecanismos moleculares que impulsan el movimiento de estos tipos de células será esencial para diseñar estrategias terapéuticas racionales en el futuro", ha reconocido este experto, que avanza que el siguiente paso será desentrañar las vías de señalización intracelular que dicten el comportamiento de las células para entender con precisión por qué el tumor y las células normales se mueven de manera diferente en el mismo entorno tridimensional.