MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Células recogidas de forma no invasiva de la orina de los bebés prematuros pueden dar lugar a grandes avances en la reparación renal regenerativa para los pacientes con enfermedad renal y lesiones, según revela un estudio que aparece en un próximo número de la Revista de la American Society of Nephrology (JASN).
En los seres humanos, el desarrollo del riñón se completa aproximadamente a las 34 semanas de gestación, después de lo cual las células del riñón se pierden por el envejecimiento natural o por una enfermedad o traumatismo. Los científicos han estado buscando maneras de regenerar células renales, por ejemplo, persuadiendo a otros tipos de células para asumir las propiedades de filtrado de las del riñón.
Con este fin, Elena Levtchenko, Fanny Oliveira Arcolino, de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, y sus colegas examinaron el potencial de las células madre o células progenitoras de los riñones en la orina de adultos sanos; pero vieron que después de la maduración de los riñones, estas células sin diferenciar son muy raras.
"Por lo tanto, pensamos que la orina de los bebés nacidos prematuramente sería una alternativa mejor, debido a que sus riñones están todavía en desarrollo -explica Levtchenko--. Recogimos la orina de recién nacidos prematuros un día después del nacimiento y vimos que en el 50 por ciento de los casos, las muestras contenían células progenitoras". Estas células fueron capaces de diferenciarse en células de riñón maduras y tenían defensas que protegían contra la muerte celular.
"Las células progenitoras de los neonatos prematuros podrían representar una herramienta potente para emplearse en la terapia celular y la regeneración de los riñones dañados", destaca Arcolino, estudiante de doctorado en el laboratorio de Levtchenko. También señala que un trastorno conocido como insuficiencia renal, en el que los riñones dejan de filtrar adecuadamente los productos de desecho de la sangre, es una posible consecuencia de un parto prematuro.