PAMPLONA 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Clínica Universidad de Navarra continúa su investigación sobre el empleo de células madre para tratar la artrosis de rodilla y, de esta forma, postergar la intervención quirúrgica. En esta línea, y una vez demostrada la seguridad de este procedimiento, ha visto con un nuevo estudio que las células madre mejoran a largo plazo el estado clínico y funcional de la rodilla y, por lo tanto, la calidad de vida del paciente.
Publicada en el Journal of Translational Medicine, esta investigación ha contado con 25 pacientes que han sido valorados mediante dos escalas, VAS y WOMAC, en función de su estado actual en referencia al dolor y la capacidad funcional para las actividades de la vida diaria, entre otros.
Todos ellos iniciaron entre 2012 y 2013 un primer ensayo clínico en el que les inyectaron células madre adultas (MSC) obtenidas de la pala ilíaca (pelvis) para valorar la seguridad del procedimiento y que ya demostró la eficacia clínica a lo largo del seguimiento de 12 meses que duró el ensayo.
En ese ensayo participaron 30 pacientes que fueron distribuidos en tres grupos: el de control (no recibieron el preparado), aquellos que recibieron una dosis baja y, por último, el grupo que recibió una alta dosis de células madre adultas. A estos dos últimos grupos se les administró células MSC procedentes de la pala ilíaca, que anteriormente habían sido cultivadas en el laboratorio de GMP de la Clínica, mediante una única inyección intraarticular.
Ahora, cuatro años después de la administración del tratamiento, se ha revalidado que el empleo de células madre es un procedimiento seguro para mejorar el estado clínico y funcional de los pacientes con artrosis a corto y largo plazo. "Lo que hemos visto es que se produce una mejoría clínica cuando inyectamos las células madre en la rodilla, ya que secretan una serie de sustancias que actúan contra la inflamación y el dolor (causa principal de la limitación del paciente)", explica el doctor José María Lamo de Espinosa, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universidad de Navarra e investigador principal del trabajo.
El especialista añade que hay que tener en cuenta que "solo del 0,001 al 0,01% de las células presentes en la médula ósea son células madre, por eso el proceso de cultivo, a diferencia de un aspirado o concentrado, nos garantiza que lo que inyectamos son todo células madre y en número muy superior (100 millones)".
Más del 70% de los mayores de 50 años tienen signos radiológicos de artrosis, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pese a que no siempre sea dolorosa. De ellos, la sintomatología está presente en el 60% de los hombres y en el 70% de las mujeres en edades por encima de los 65 años. La de rodilla es una de las más frecuentes, debido a que es una articulación de carga, ya que soporta tanto nuestro peso como el de los objetos que portamos, en continuo movimiento al andar, sentarnos o subir escaleras, lo que lleva al desgaste de la articulación.