Células cerebrales inmaduras podrían restaurar vasos sanguíneos tras un ictus, según estudio

Archivo - Doctor tocando la pantalla de imagen de cerebro de TC en sala de trabajo, ictus.
Archivo - Doctor tocando la pantalla de imagen de cerebro de TC en sala de trabajo, ictus. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / ANGKHAN - Archivo
Infosalus
Publicado: viernes, 31 octubre 2025 7:52

   MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

El ictus es una de las principales causas de muerte y discapacidad, y afecta a una de cada cuatro personas a lo largo de su vida. Se produce cuando los vasos sanguíneos del cerebro se obstruyen o se dañan, lo que dificulta el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno al cerebro, provocando la muerte de neuronas y otras células cerebrales.

Si bien el daño cerebral puede limitarse mediante intervenciones para restablecer el flujo sanguíneo, la mayoría de las personas que sobreviven a un ictus experimentan alguna discapacidad permanente, por ejemplo, en el habla, el movimiento o la función cognitiva.

    A pesar de la existencia de células madre inmaduras en el cerebro, su papel en la reparación es incierto y la capacidad cerebral para recuperarse de un ictus sigue siendo limitada.

EL CEREBRO ENCUENTRA ALIADOS INESPERADOS

    Expertos de la Universidad de Kioto (Japón), pertenecientes de la Sociedad Internacional para la Investigación con Células Madre, han descubierto que las células inmaduras que dan soporte al cerebro cambian su destino para restaurar el flujo sanguíneo después de un accidente cerebrovascular. La investigación se publica en 'Stem Cell Reports'.

   Takakuni Maki, Ken Yasuda, Kazuto Tsukita y sus colaboradores de la Universidad de Kioto , Japón, demostraron que las células progenitoras de oligodendrocitos (OPC), un tipo de célula glial inmadura bien conocida en el cerebro, pueden promover la formación de nuevos vasos sanguíneos tras un ictus en condiciones de hipoxia.

    Los investigadores descubrieron que las células precursoras de oligodendrocitos (OPC), cuya función normal es diferenciarse en oligodendrocitos que forman una capa aislante alrededor de los axones para sustentar la función neuronal, entre otras funciones, pueden modificar su comportamiento en condiciones de hipoxia extrema, como en las zonas afectadas por un ictus, e interactuar con los vasos sanguíneos para estimular su crecimiento.

Los investigadores pudieron demostrar esta conexión al exponer OPC de ratón en el laboratorio a niveles muy bajos de oxígeno, simulando un ictus. Al inyectarlas en el torrente sanguíneo de ratones con ictus, las OPC migraron a la zona afectada y sobrevivieron allí durante varias semanas. Fundamentalmente, las OPC acondicionadas con hipoxia contribuyeron de forma más eficaz a limitar el daño al tejido cerebral y a restaurar parcialmente el movimiento y el comportamiento, en comparación con las OPC no acondicionadas.

UNA NUEVA ESPERANZA PARA LA REHABILITACIÓN

Esto se debió probablemente a la extensa formación de nuevos vasos sanguíneos, crucial para restablecer el suministro de oxígeno y nutrientes a las células cerebrales, observada en los cerebros con ictus tratados con OPC acondicionadas con hipoxia.

    Se requerirá más investigación para confirmar estos resultados y comprobar si los OPC acondicionados con bajo nivel de oxígeno son seguros y eficaces para su uso en pacientes, potencialmente en combinación con intervenciones estándar para promover el flujo sanguíneo y la reoxigenación.

Contador

Últimas noticias sobre estos temas

Contenido patrocinado