MADRID 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Centro de Cooperación para el Desarrollo (CCD) y diversos grupos de investigación de la Universitat Politècnica de Catalunya-BarcelonaTech (UPC) trabajan con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para desarrollar una base de datos de ámbito mundial sobre el estado y la evolución de la enfermedad de Chagas.
Se trata de una enfermedad que afecta a unos diez millones de personas en todo el mundo, principalmente de América Latina, y que la padecen alrededor de 15.000 personas en Cataluña. Está causada por el protozoo 'Trypanosoma cruzi', un parásito emparentado con el 'Trypanosoma' africano que causa lo que se conoce como enfermedad del sueño.
Esta infección se transmite a raíz de la picadura de un insecto hematófago, una especie de chinche, el cual entra en la sangre y es capaz de llegar al corazón, establecerse y dañar la fibra del músculo cardíaco.
De hecho, hasta un 30 por ciento de los enfermos crónicos presentan alteraciones cardiacas y hasta un 10 por ciento padecen alteraciones digestivas, neurológicas o combinadas. Además, gran parte de la población infectada no es consciente de serlo hasta que los síntomas son graves y se pueden confundir con otras enfermedades, como las cardiovasculares.
En las zonas endémicas, el control vectorial, es decir, el control de los agentes que transmiten la infección, es el método "más útil" para prevenir la propagación de la enfermedad de Chagas. En otras zonas, según ha avisado los expertos, hay que hacer un "esfuerzo" en el cribado para prevenir la transmisión de la infección a través de transfusiones sanguíneas y el trasplante de órganos. Además, también hay que estar alerta de la transmisión de la madre a los hijos.
HACER VISIBLE UNA ENFERMEDAD OLVIDADA
En los últimos años, la OMS se ha dedicado a mostrar la realidad de la incidencia de la enfermedad, para conseguir que los estados dediquen los esfuerzos necesarios para combatirla, pero se ha encontrado con la falta de información científica suficiente.
Por este motivo, en el año 2013, la OMS encargó al Centro de Cooperación para el Desarrollo (CCD) de la UPC la confección de una base de datos de ámbito mundial para poder conocer cuál es el estado real y cómo evoluciona la enfermedad de Chagas, por lo que ambas partes firmaron un convenio para iniciar actividades conjuntas de desarrollo.
Al frente del proyecto están los profesores Alberto Abelló, Ruth Raventós y Oscar Romero, del Departamento de Ingeniería de Servicios y Sistemas de Información, y que pertenecen al grupo de investigación Modelización y Procesamiento de la Información.
El primer fruto del proyecto es el diseño de un sistema de información integral pionero en el mundo para hacer visible la enfermedad, que ha sido la base de un trabajo de fin de grado del estudiante Jaime Viñas, de la Facultad de Informática de Barcelona.
Los resultados del trabajo, tutorizado por los profesores Alberto Abelló y Ruth Raventós, se han presentado en enero, bajo el título 'Building a Data Warehouse for the global WHO information and surveillance system to control/eliminate Chagas disease', y han servido para definir los datos que se necesitan recoger, cómo recogerlos así como la estructura que ésta debía tener.
"Esta base de datos tiene como objetivo construir mapas de las diferentes magnitudes observadas con la información recogida sobre el número de personas afectadas y tratadas, el consumo de fármacos, las medidas preventivas en la transfusión de sangre o trasplante de órganos, la vigilancia de la transmisión madre-hijo, la presencia del vector transmisor o sobre las campañas de desinfección de estas chinches", ha explicado el departamento de Física e Ingeniería Nuclear y miembro del grupo de investigación Biología Computacional (BIOCOM), que trabaja en el proyecto, Daniel López.
La iniciativa ha contado con la colaboración de dos entidades argentinas: el Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores de la Universidad Nacional de la Plata y del Centro Regional de Investigaciones Científicas y Transferencia Tecnológica-CRILAR/CONICET.
MODELOS MATEMÁTICOS
Ahora, la OMS busca financiación para poder implementar esta base de datos y establecer un servicio estable de vigilancia, una necesidad para poder conocer y explicar la situación de la enfermedad.
Así, una vez el sistema esté en funcionamiento, el siguiente reto será poder utilizar los datos de forma predictiva, es decir, estudiar cómo evolucionará la enfermedad si se realizan determinadas acciones, como pueden ser campañas de eliminación del parásito o campañas de diagnóstico y tratamiento del mal, para lo que se necesitan modelos matemáticos.
Para afrontar esta última etapa, el CCD ha pedido la colaboración de los profesores Daniel López y Clara Prats, del mismo grupo de investigación BIOCOM, así como del profesor Romualdo Pastor, del grupo de investigación de Simulación por Ordenador en Materia Condensada (SIMCON) y especialista en el uso de redes complejas para el estudio de epidemias. Los investigadores están desarrollando modelos que evalúen las acciones según su coste económico o en función de la posible disminución de la enfermedad.