MADRID, 4 Nov. (EDIZIONES) -
Las alergias de otoño se están incrementando de forma paralela al resto de enfermedades alérgicas. En ocasiones, los síntomas de alergia pueden confundirse con los de un catarro, muy habitual en estas fechas otoñales. ¿Pero cómo se pueden distinguir?
En algunos casos, las molestias de la alergia de otoño no se expresan con tanta claridad como en los meses de primavera. Por este motivo, se puede pedir una confusión por parte de los pacientes, según asegura el médico Francisco Feo Brito, miembro del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
El también jefe de la sección de Alergología del Hospital Universitario de Ciudad Real advierte, sin embargo, de la presentación y la evolución en ambos casos son muy diferentes.
Según precisa, por una parte, los catarros tienen una duración de 5-7 días, se asocian a una congestión nasal, secreción densa y se suelen acompañar de fiebre, machos generales o dolor en la garganta.
Por el contrario, los síntomas de alergia dice que tienen varias semanas de duración y con intensidad variable de los síntomas, las variaciones de la exposición alérgica. Los síntomas son también diferentes, pues la alergia provoca picor de ojos y de nariz, lagrimeo, enrojecimiento de los ojos, secreción nasal clara y líquida, así como estornudos muy frecuentes. En el caso de asma, se suman la tos seca, pitidos en el pecho y dificultad para respirar.
En concreto, las alergias más habituales en otoño están relacionadas con los pólenes de la familia de las Amarantáceas, que incluyen la Salsola . "Son los más alérgicos durante los meses de otoño, afectando al 30-40% de los alérgicos. Algunas especies de esta familia no son tan aerovagantes, por lo que no se detectan en los análisis atmosféricos. Por esta razón, algunos pacientes presentan síntomas intensos a pesar de sus niveles bajos ", aprecia el especialista. Asimismo, apunta al polo de Parietaria , más frecuente en el área mediterránea, afectando al 20% de los pacientes alérgicos.
De otro lado, el doctor Feo llama la atención sobre la alergia a hongos (Alternaria) , bastante típico en esta época del año. "Los hongos están presentes en un nivel atmosférico durante todo el año. Sin embargo, temperaturas entre 20-30 grados y cierto grado de humedad, favorecen la liberación desde sus esporas de la proteína alergénica responsable de los síntomas asmáticos de los pacientes ", señala.
Desde septiembre a noviembre es la época más reactiva, según avisa, especialmente con las tormentas que arrastran las esporas del suelo a la atmósfera, incrementando de forma exponencial la cantidad ambiental, y la sintomatología asmática de los alérgicos. Numerosas publicaciones han asociado epidemias severas de asma asociadas a tormentas, tal y como aclara el experto de la SEAIC.
POR QUÉ HAY MÁS ALERGIAS
El jefe de la Sección de Alergología del Hospital Universitario de Ciudad Real mantiene que la alergia al polen se ha modificado notablemente en las tres últimas horas. "La clásica alergia primaveral durante los meses de mayo-junio por gramíneas y olivo ha evolucionado con nuevos pólenes alergénicos y mayor capacidad sensibilizante. De este modo, solo uno de cada diez pacientes está sensibilizado a un solo polen, y la alergia estacional se ha convertido en perenne, con síntomas durante casi todo el año", explica.
Las Amarantáceas o Salsola predominan en zonas con actividad agrícola, por lo que son plantas muy habituales en la proximidad de las superficies cultivadas (viñas, melón, árboles frutales), según precisa. De esta forma, se mantienen las elevaciones más elevadas se alcanzan en el valle del Ebro (Lérida, Zaragoza) y en la zona mediterránea (Almería, Alicante, Murcia). Además, y como consecuencia del cambio climático, indica que se alcanzan niveles reactivos en otras zonas, como Alcázar de San Juan, Toledo o Vallecas.
Por otro lado, el alergólogo resalta las alergias en otoño se están incrementando por un lado por el componente genético. " Así, cuando los padres no son alérgicos, el riesgo de desarrollar alergia es de un 20%. El riesgo se eleva al 40% cuando es alérgico uno de los padres, y alcanza el 60% si los dos padres son alérgicos ", agrega.
Asimismo, indica que la contaminación ambiental daña el epitelio bronquial, provocando una respuesta inflamatoria, y facilitando un mayor efecto de los pólenes, que a su vez son más alérgicos como consecuencia de la propia contaminación atmosférica.
Ahora que estamos dentro de un estado de alarma de emergencia climática, el experto resalta también el cambio climático es uno de los factores determinantes en la peor evolución de los pacientes alérgicos. "El aumento de las temperaturas prolonga la temporada de las alergias, las tormentas rompen los alérgenos y con su mayor penetrabilidad inducen episodios de asma de mayor gravedad, en algunos casos de riesgo vital. Igualmente, el incremento de humedad, asociado a la mayor pluviosidad del otoño, eleva la cantidad de esporas de Alternaria ", indica .
Las medidas de prevención para las alergias en otoño son las habituales, orientadas a limitar la exposición a los alérgenos ambientales, según lo indicado, así como evitar estancias al aire libre, especialmente en parques, jardines, y la práctica de deportes al aire libre.
Eso sí, el doctor Feo subraya que el otoño es una buena época para el comienzo de la vacunación de alergia, ya que las modificaciones inmunológicas de las vacunas se alcanzan a los seis meses de tratamiento, por lo que el inicio en otoño pueden alcanzar una protección óptima para los meses de primavera.