L'HOSPITALET DE LLOBREGAT (BARCELONA), 12 (EUROPA PRESS)
Seis meses después de la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco, las consultas de médicos y enfermeras para dejar de fumar han aumentado significativamente, muy por encima de las de la población en general, después de que se haya ampliado la prohibición del tabaco en los recintos hospitalarios.
En la Unidad de Tabaquismo del Hospital de Bellvitge, una de las más importantes de Cataluña se ha apreciado un "incremento" del personal sanitario que acude para que le ayuden a dejar de fumar, según el responsable de este servicio, Josep Maria Ramon.
"A nivel de centros sanitarios, la anterior ley ya prohibía fumar, pero la nueva amplía el concepto al recinto sanitario, a todo lo que rodea los hospitales, con lo que es mucho más complicado", explica Ramon, que destaca el alto grado de cumplimiento de la normativa por parte del personal sanitario.
La ampliación de la prohibición ha provocado que cada vez más médicos y enfermeras intenten dejar de fumar, "en una proporción más elevada que la población en general, que no vive con tanta intensidad la prohibición de fumar", afirma Ramon.
La Unidad de Tabaquismo de Bellvitge trata cada año entorno a 650 personas que quieren dejar de fumar y desde la entrada en vigor de la nueva ley ha registrado un incremento de entorno al 8% de peticiones, "muy por debajo que en 2006, con la primera ley, cuando las peticiones se duplicaron", según el responsable de la unidad.
Ramon atribuye esta circunstancia a que los locales de ocio --los más afectados por la nueva ley-- han puesto en marcha medidas para facilitar a los clientes la posibilidad de fumar mediante la instalación de terrazas o de ceniceros en el exterior "por lo que el fumador de la población en general no aprecia una gran dificultad en tener que salir del bar o del restaurante a fumar".