MADRID 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Agencia Espacial Europea (ESA) que ha sometido a una docena de voluntarios a pasar 21 días tumbados y con la cabeza por debajo de la horizontal, como parte de un estudio para comprender y mitigar los cambios fisiológicos que sufren los astronautas en el espacio, ha comprobado que la inactividad puede reducir la masa muscular y provocar una pérdida de hasta casi cuatro kilos.
Un estudio, financiado conjuntamente por el CNES francés de la agencia espacial nacional y es parte de ELIPS, el Programa Europeo para la Vida y Ciencias Físicas, ha obligado a 12 voluntarios a vivir la experiencia en permanente contacto, con al menos uno de los hombros y la cadera, con la cama, incluso para comer, ducharse y para ir al baño.
Estos 'almohadanautas', como se les conoce, deben permanecer 21 días en una cama con seis grados de inclinación. "Queremos conocer las mejores soluciones aplicables con el fin de contrarrestar el efecto de permanecer en el espacio o de estar inactivo, cuando los músculos y los huesos no se utilizan con normalidad" explica el especialista de la ESA Vittorio Cotronei.
El equipo de médicos del centro de estudios clínicos MEDES, en Toulouse (Francia) que les monitoriza para hacer un seguimiento exhaustivo, ha observado que uno de los participantes ha reducido su capacidad muscular, provocando una perdida de casi 4 kilos.
Concretamente, los 12 voluntarios estarán divididos en tres grupos que probarán distintas técnicas para mitigar la pérdida de masa ósea y muscular. El grupo de control pasará 21 días en cama sin ningún tipo de contramedida. Así, no se podrán levantar de la cama ni una sola vez, ni para estirar las piernas, cambiar de aires, darse una ducha o ir al baño.
Los otros dos grupos llevaran a cabo cortos pero intensos ejercicios de manera rutinaria en una plataforma vibratoria que ejercita los músculos de las piernas amortiguando el movimiento de elevación y caída. Unas correas les sujetan a la plataforma con una fuerza equivalente a unos 100-200 kg mientras los 'almohadanautas' llevan a cabo ejercicios de presión, levantando y bajando la piernas, durante unos minutos.
Estos ejercicios rutinarios se repiten cada tres días. "No es mucho tiempo, pero indudablemente se nota" afirma Eddy, del grupo de ejercicios. Además uno de los grupos, además de hacer los ejercicios ingiere suplementos de proteínas, tal y como hacen los culturistas, con el fin de incrementar su masa muscular.
Los voluntarios participarán en todas y en cada una de las fases de este proyecto, cuya duración total será de un año. Entre cada sesión de reposo tendrán cuatro meses para recuperarse y descansar en condiciones, según ha indicado la ESA.
"NO SOMOS EN ABSOLUTO ANIMALES DE LABORATORIO"
Los participantes tienen acceso a Internet y todos están de acuerdo en que el contacto social los mantiene motivados. "Algunas personas nos ven como cobayas, pero sabemos exactamente lo que hacemos y no somos en absoluto animales de laboratorio" dice Marc, del grupo de ejercicios y nutrición.
Las habitaciones son compartidas, en cada una hay dos voluntarios y todos debaten sobre los procedimientos a través de grupos de chats. Los experimentos se están llevando a cabo por médicos de Francia, Alemania, Italia, Austria y Canadá.
"El personal médico está muy ilusionado con los experimentos y son muy amables" dice Marc, "Estamos en contacto con la familia y los amigos con regularidad, así como con nuestros colegas, postrados en cama, y esto nos ayuda a seguir adelante".
Otro de los participantes, Nicolas, del grupo de control, anima a que aquellos que lo deseen a presentarse voluntarios para próximos estudios ya que "permanecer tumbado es una buena oportunidad para conocerse mejor a uno mismo y una forma impresionante de participar en la aventura espacial del ser humano".