MADRID 22 May. (EUROPA PRESS) -
Entre un 30 y un 50 por ciento de las mujeres que padecen Lupus Eritematoso Sistémico (LES) --enfermedad autoinmune crónica que causa inflamación y daño en las articulaciones, músculos y otros órganos-- registran un brote de la enfermedad durante el embarazo. Sin embargo, las que sufren artritis reumatoide suelen mejorar el estado de la patología durante la gestación.
Estos datos han sido puestos de manifiesto durante el 38º Congreso de la Sociedad Española de Reumatología (SER), donde se ha celebrado en Zaragoza, y se ha destacado la necesidad de facilitar la información adecuada a estas pacientes para que sepan cuál es el mejor momento para la concepción y cuáles son los fármacos que se pueden utilizar durante ese periodo.
En este sentido, la reumatóloga de la Unidad de Lupus del Hospital St Thomas de Londres (Reino Unido), María José Cuadrado, ha avisado que las mujeres embarazadas que padecen lupus pueden dañar también al feto y ha subrayado la importancia de que se planee la gestación cuando el paciente lleve seis meses sin padecer ningún brote de la enfermedad y de que sean atendidas por un equipo multidisciplinar que tenga experiencia en enfermedades autoinmunes.
"El embarazo debe estar programado porque hay tratamientos que deben suspenderse, al menos, tres meses antes de que la paciente se quede embarazada. Pero si la enfermedad empeora durante la gestación se pueden usar altas dosis de esteroides y determinados inmunosupresores que no producen malformaciones en el feto", ha comentado Cuadrado.
Asimismo, la experta ha comentado que aunque entre un 30 y un 50 por ciento de las pacientes va a tener un brote de la enfermedad durante el embarazo, estos suelen ser moderados y responden bien al tratamiento. No obstante, ha avisado de que hay otro tipo de complicación --denominada pre-eclampsia-- que puede aparecer en el tercer trimestre de la gestación. Concretamente, ha proseguido, los síntomas son la hipertensión arterial, proteína en la orina y, en el caso en el que estas no se traten, se pueden desarrollar complicaciones neurológicas que pueden poner en peligro la vida de la madre.
ARTRITIS REUMATOIDE
Por su parte, la reumatóloga del Hospital Universitario La Fe de Valencia Inmaculada Chalmeta ha comentado que la artritis reumatoide no parece ejercer efectos significativos sobre la capacidad para tener un embarazo y un parto sano.
Sin embargo, ha puntualizado, la decisión de embarazo en estas pacientes debería "demorarse" hasta conseguir un adecuado control de la enfermedad, puesto que el pronóstico del embarazo, cuando la artritis reumatoide está bien controlada, es comparable al de la población general. Asimismo, ha asegurado que la mayor parte de las pacientes suelen mejorar durante esta etapa ya que la situación de tolerancia inmunológica que supone el embarazo parece controlar la enfermedad.
"En aquellas pacientes cuya enfermedad es más agresiva puede ser necesario instaurar un tratamiento farmacológico que permita el adecuado control de la enfermedad, utilizando medicamentos seguros para el feto. También se recomienda una adecuada vigilancia post-parto, ya que se ha observado una alta incidencia de reactivación de la enfermedad en este periodo, generalmente en las siguientes seis semanas", ha explicado Chalmeta.
Por último, los expertos han señalado que aunque no hay datos definitivos al respecto, parece que la lactancia puede "aumentar el riesgo" de un brote inflamatorio articular por el efecto de la prolactina, cuyos niveles están más altos en esta etapa. "Es necesario que se consulte con el reumatólogo los fármacos que pueden utilizarse durante este periodo ya que algunos se excretan por la leche materna y pueden perjudicar al recién nacido", ha concluido Chalmeta.