MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido la puesta en marcha de medidas urgentes para frenar la infección de la hepatitis viral y asegurar que las personas que han sido infectadas sean diagnosticadas precozmente, ya que casi 1,4 millones de personas muere cada año por la hepatitis B y C.
Este es el llamamiento en el que la organización centra el Día Mundial de la Hepatitis, que se conmemora este martes 28 de julio, día que aprovecha para recordar la importancia de fortalecer las actividades de prevención, detección y control de la hepatitis viral y sus enfermedades conexas; aumentar la cobertura vacunal contra la hepatitis B e incorporar la vacuna en los programas nacionales de inmunización; y coordinar una respuesta mundial contra la hepatitis.
La hepatitis viral supone una pesada carga para los sistemas de salud, en razón de los elevados costos que entraña el tratamiento del cáncer del hígado y la insuficiencia hepática derivada de la cirrosis. En muchos países la insuficiencia hepática derivada de la hepatitis viral es la principal causa de trasplantes de hígado. Este tratamiento extremo es muy costoso.
La complejidad de las hepatitis obedece a la existencia de diferentes tipos de virus. Las hepatitis A y E son infecciones transmitidas por los alimentos y por el agua que causan cada año millones de casos de enfermedad aguda, de la que el paciente tarda a veces varios meses en recuperarse.
Las hepatitis B, C y D se transmiten a través de líquidos corporales infectados, como la sangre, por contacto sexual, de madre a hijo durante el parto, o a través de material médico contaminado. Las hepatitis B y C suponen una mayor carga sanitaria en términos de mortalidad, ya que pueden causar una infección de por vida (infección crónica) que conduzca eventualmente a la aparición de cirrosis hepática y cáncer. De hecho, la hepatitis crónica es la causa principal de cirrosis hepática y cáncer.
Se dispone de vacunas aprobadas por la OMS para prevenir las hepatitis A y B, y el cribado de los donantes de sangre, el suministro de agujas y jeringuillas limpias y el uso del preservativo permiten prevenir la transmisión sanguínea y sexual.
EGIPTO CENTRA EL DÍA MUNDIAL
Este año la OMS centrará la campaña en Egipto, un país que tiene una de las cargas de hepatitis más altas del mundo. Se estima que el 10 por ciento de la población entre 15 y 59 años tienen hepatitis C cronificada; aunque el Gobierno egipcio ha hecho grandes esfuerzos para aumentar la tasa de población en tratamiento, se estima que, entre 2007 y 2014, más de 350.000 personas con hepatitis C han sido tratados.
Además, recuerda la OMS, Egipto también está poniendo de relieve la prevención de la hepatitis, y la organización está ayudando para que el país desarrolle normas nacionales para las trasfusiones de sangre seguras; asimismo, proporcionará apoyo durante los próximos 3 años para reducir las inyecciones innecesarias y ayudar que solo se usen jeringuillas de un solo uso.
En septiembre de este año, los países tendrán la oportunidad de compartir las mejores prácticas en la primera Cumbre Mundial de la Hepatitis, que se celebrará en Glasgow (Escocia). La cumbre, que esta copatrocinada por la OMS, el Gobierno escocés y la World Hepatitis Alliance, tiene como objetivo elevar el perfil mundial de la hepatitis viral, para crear una plataforma para el intercambio de experiencias de los países y de centrarse en trabajar con los países para desarrollar una acción nacional planes.
LA OMS QUIERE QUE SE CONOZCAN LOS RIESGOS
Aproximadamente unos 11 millones de drogadictos que se inyectan drogas tienen hepatitis B o infección por hepatitis C; dos millones de personas al año contraen hepatitis por compartir jeringuillas, infecciones que podrían evitarse mediante el uso de jeringas estériles que están específicamente diseñados para evitar su reutilización.
Para la OMS es importante que la gente conozca los riesgos de contraer la hepatitis a partir de transfusiones no seguras de sangre, inyecciones inseguras o por compartir jeringuillas. Por ello, es fundamental acabar con la jeringuillas reutilizables que aún se usan para vacunar o tratar a pacientes en muchos países.
"Unos 16 mil millones de inyecciones son administradas cada año. Alrededor del 5% de estas inyecciones son para la vacunación, un 5% para los procedimientos como las transfusiones de sangre y los anticonceptivos inyectables y el 90% restante para administrar medicamentos. Para muchas enfermedades, las inyecciones no son el primer curso de tratamiento recomendado y medicamentos orales se podrían utilizar", recuerda la OMS.
Por eso la organización hace hincapié en la necesidad de que todos los servicios de salud ayuden a reducir los riesgos utilizando sólo equipo esterilizado para inyecciones y otros procedimientos médicos, para poner a prueba toda la sangre y componentes sanguíneos donados para evitar la hepatitis B y C (así como el VIH y la sífilis), y para promover el uso de la vacuna contra la hepatitis B.
Por otra parte, recomienda la vacunación de todos los niños contra la hepatitis B, de los cuales aproximadamente 780.000 personas mueren cada año. "Una vacuna segura y eficaz puede proteger de la infección por hepatitis B de por vida". Lo ideal es que la vacuna se administre lo antes posible después del nacimiento, preferiblemente dentro de las 24 horas. Asimismo, la OMS recomienda la vacunación de los adultos que están en riesgo de contraer la hepatitis B.
En cuanto a los medicamentos disponibles, la OMS recuerda que a publicado nuevas directrices para el tratamiento y detección de la infección por hepatitis B y C. OMS recomienda proporcionar pruebas de detección para las personas consideradas de alto riesgo de infección y asegurar el tratamiento para aquellos que tienen el virus.