MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El tiempo que se pasa delante de una pantalla de ordenadores, teléfonos, tabletas, televisión y otros dispositivos está asociado con un mayor comportamiento sedentario en niños y adolescentes, lo que contribuye al sobrepeso y la obesidad, de acuerdo con una nueva declaración científica publicada por la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) en su revista 'Circulation'.
Las declaraciones científicas de la AHA son desarrolladas por un panel de expertos que revisan la literatura científica existente y la evidencia para proporcionar una visión general de un tema relacionado con la enfermedad cardiovascular o el accidente cerebrovascular.
El grupo determinó que en los últimos veinte años la audiencia televisiva de niños y adolescentes ha disminuido, pero el uso recreativo de otros dispositivos con pantallas, como teléfonos inteligentes, tabletas y otros, han experimentaod un aumento neto del tiempo total. Las estimaciones actuales son que los niños de 8 a 18 años pasan más de 7 horas usando pantallas diariamente.
"La evidencia disponible no es alentadora: el tiempo global parece estar aumentando; si los dispositivos portátiles permiten más movilidad, esto no ha reducido el tiempo sedentario general ni el riesgo de obesidad", según Tracie A. Barnett, presidente del grupo de redacción de la declaración científica.
"Aunque los mecanismos que vinculan el tiempo de pantalla con la obesidad no son del todo claros, existen verdaderas preocupaciones de que las pantallas influyan en el comportamiento alimentario, posiblemente porque los niños desconectan y no se dan cuenta de cuando están llenos mientras comen frente a una pantalla. También existe evidencia que las pantallas están alterando la calidad del sueño, lo que también puede aumentar el riesgo de obesidad", apunta Barnett.
El mensaje que mandan a padres e hijos es que tomen medidas para limitar el tiempo frente a las pantallas. "Nuestra recomendación es que los niños y adolescentes no se expongan a más de 1-2 horas diarias de pantalla. Dado que la mayoría de los jóvenes ya excede estos límites, es especialmente importante que los padres vigilen el tiempo que sus hijos pasan frente a una pantalla, sobre todo en los teléfonos móviles", detalla el investigador.
Las intervenciones recomendadas para minimizar el tiempo frente a la pantalla enfatizan la importancia de involucrar a los padres. "Los padres pueden ayudar a sus hijos a reducir el tiempo de pantalla estableciendo un buen ejemplo con su propio uso de pantalla y estableciendo regulaciones", señalan los investigadores en su texto.
"Estos dispositivos no deberían estar en las habitaciones, especialmente porque algunos estudios han descubierto que tener estos dispositivos en el dormitorio puede afectar al sueño. Maximiza las interacciones cara a cara y el tiempo al aire libre. En esencia: siéntate menos, juega más", concluye Barnett.