MADRID 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
Especialistas de la Fundación Española del Corazón (FEC) han recordado este martes que, con la llegada del verano, es beneficioso que los niños con una cardiopatía congénita realicen ejercicio físico al aire libre para fortalecer su corazón, aunque han recomendado que no participen en deportes "competitivos" para evitar sobreesfuerzos que agraven la enfermedad del niño.
En cualquier caso, "antes de realizar ejercicio se debe contar con el asesoramiento del cardiólogo pediátrico y en ocasiones puede ser necesaria la realización de una prueba de esfuerzo para evaluar la capacidad funcional", explica el presidente de la Sección de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), el doctor José Manuel Guía.
Practicar deporte siempre es aconsejable ya que, por una parte, ayuda a los niños a completar su desarrollo motor y, por otra, les sirve para disminuir las patologías derivadas del sedentarismo y los malos hábitos nutricionales (obesidad y diabetes) que son el origen de la enfermedad coronaria del adulto y que se deben prevenir desde la infancia, informa la FEC.
En este sentido, el verano es "propicio" para la realización de actividades deportivas en el ámbito familiar como patinaje, baile, paseos en bicicleta o rutas a pie o natación, así como para participar en campamentos, explican los expertos.
No obstante, en el caso de los niños que estén en tratamiento médico por su cardiopatía, siempre es necesario que cuenten con un informe médico y las recomendaciones oportunas de su cardiólogo, recuerda el doctor Guía.
CASOS ESPECIALES
Según este experto, "hay que tener especial cuidado en algunos casos, como con los niños que llevan tratamiento anticoagulante, sobre los que hay que extremar las precauciones para evitar golpes y heridas que podrían provocar mayores hemorragias, en estos casos sería conveniente evitar los deportes de mayor contacto físico".
Otro ejemplo son los niños que llevan tratamiento con fármacos diuréticos, que les hacen orinar más y que, en esta época, al perder más líquidos por el sudor, pueden precisar menores dosis para evitar deshidrataciones, señala.
Por último, "hay algún fármaco empleado en el tratamiento de las arritmias que puede ocasionar tatuajes con la exposición directa de la piel al sol, por lo que los niños deben estar suficientemente protegidos", recomienda este experto.