Cápsulas solares: el suplemento que promete proteger tu piel este verano (pero no sustituye a la crema)

Archivo - Suplementos de vitamina D colocados para formar un sol, la principal fuente de vitamina D para el organismo
Archivo - Suplementos de vitamina D colocados para formar un sol, la principal fuente de vitamina D para el organismo - ISTOCK/T_KIMURA - Archivo
Publicado: martes, 19 agosto 2025 8:36

   MADRID, 19 Ago. (EDIZIONES) -

   Este verano, las cápsulas solares vuelven a estar en el punto de mira como aliadas contra el daño solar. Estos nutricosméticos prometen reforzar la fotoprotección desde dentro gracias a extractos vegetales, antioxidantes y vitaminas. Sin embargo, no son una carta blanca para tomar el sol sin límites.

   Por eso, y durante una entrevista con Europa Press Salud Infosalus, la dermatóloga Bibiana Pérez García, del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, revela cómo funcionan, en qué casos son útiles y cuáles son sus riesgos más comunes.

   En primer lugar, le preguntamos por las cápsulas solares, para conocer qué son exactamente: "No son medicamentos sino nutracéuticos o nutricosméticos, es decir, complementos alimentarios con alguna propiedad preventiva o terapéutica".

PRINCIPAL OBJETIVO: MINIMIZAR LOS DAÑOS DEL SOL

   Dice que, en el caso de las cápsulas solares, su objetivo es reducir el daño que produce la luz ultravioleta en la piel, sobre todo mediante la reducción del estrés oxidativo inducido por radiación UV. "Sus componentes actúan neutralizando los radicales libres que produce la radiación solar en la piel, reduciendo el daño sobre el ADN, disminuyendo la inflamación, y favoreciendo los mecanismos endógenos de reparación de la piel", resalta esta dermatóloga.

   En concreto, indica que la mayor parte de las cápsulas que podemos encontrar en el mercado contienen diversas combinaciones de 'Polypodium leucotomos', 'carotenoides' (betacaroteno, licopeno, luteína, astaxantina), polifenoles, y de vitaminas, sobre todo E y C. "Algunas tienen niacinamida, y también se pueden encontrar extractos de té verde y resveratrol", apostilla.

NO HAY UN NIVEL DE EVIDENCIA CIENTÍFICO ALGO

   Ahora bien, esta dermatóloga recuerda que existen múltiples estudios que evalúan la eficacia de la fotoprotección oral, si bien asegura que "el nivel de evidencia científica no es alta". Aquí menciona que, recientemente, se ha publicado en 'Archives of Dermatological Research' un estudio que demuestra una mejoría en la fotoprotección en el 80% de los voluntarios incluidos en el estudio, tras la ingesta de 240 mg de extracto de Polypodium dos veces al día durante 5 días (Arch Dermatol Res 2025Mar 17: 317(1):580).

   "Se pueden encontrar múltiples estudios experimentales sobre la eficacia de éste y de los demás componentes de los fotoprotectores orales, que muestran su capacidad de reducción de la oxidación y de la inflamación inducida por UV; aunque la evidencia de su relevancia clínica en vida real es escasa. Hay estudios que apoyan su uso como coadyuvante para fotoprotección en pieles con fotosensibilidad, o con tendencia a hiperpigmentación tipo melasma", remarca esta especialista del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.

¿UNA ALTERNATIVA A LA CREMA SOLAR?

   Y es que, una duda que ronda sobre muchas personas es si estas cápsulas son capaces de sustituir a la protección que nos aportan las cremas solares, señalando la doctora Pérez que no, dado que "las cremas fotoprotectoras tratan de evitar que la radiación UV se absorba en nuestra piel, mientras que los fotoprotectores orales tratan de reducir el daño que provoca la radiación que sí se ha absorbido".

   Por tanto, tal y como afirma, "las cápsulas solares no son una barrera contra la luz UV, y deben considerarse un complemento de fotoprotección, nunca un sustituto de las cremas", subraya.

   A su juicio, el principal mito o malentendido sobre las cápsulas solares es la creencia de que estos productos sirven para broncearse y permiten exponerse al sol sin riesgo: "Como ya se ha dicho, siempre deben considerarse un complemento de la fotoprotección tópica, o el uso de barreras físicas, incluyendo también la ropa, y la búsqueda de la sombra".

CUÁNDO SÍ SE RECOMIENDAN

   Con todo ello, la dermatóloga del Hospital Universitario Ramón y Cajal sostiene que cualquier persona puede beneficiarse de las propiedades de estos productos, si bien asegura que están especialmente indicados en personas con reacciones adversas a la exposición solar (la llamada 'alergia al sol'), así como en personas con tendencia al melasma, en casos de piel fotoenvejecida, o tras procedimientos o procesos que aumentan el riesgo de hiperpigmentación postinflamatoria. "Existen en el mercado fórmulas adaptadas para su uso en niños", añade.

   Tal y como recomienda, su empleo idealmente debería empezar antes del comienzo de la temporada de exposición solar y mantenerse durante toda esa temporada. "En general, se toleran bien, aunque algunas personas pueden notar algún malestar gastrointestinal. No se deben superar las dosis recomendadas", remarca.

   En este sentido, Bibiana Pérez García recuerda la importancia de tener claro siempre cuál es el papel de estos productos, y de no considerarlos una carta blanca para poder ponerse vuelta y vuelta al sol, así como la importancia de utilizar productos de laboratorios solventes, consultar con el médico si se tienen patologías y si se toman fármacos, y usarlos en las dosis recomendadas, así como acompañados de las medidas generales de protección.

   "Siempre que se tengan antecedentes de cáncer de piel o de patologías dermatológicas es conveniente consultar al dermatólogo sobre la conveniencia de usar estos productos en nuestro caso particular, y el modo de usarlos", concluye esta experta.

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