MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -
La normalización del cannabis en la sociedad ha provocado un aumento de su consumo entre los más jóvenes, que es directamente proporcional a la demanda de tratamiento en asociaciones como Proyecto Hombre. Consecuentemente, "estamos ante una alta probabilidad de que sea la tercera gran epidemia de las drogas en nuestro país después de la cocaína y la heroína", ha apuntado el delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Francisco de Asís Babín durante la jornada 'Mitos y realidades del cannabis' en Madrid.
"La realidad es que el cannabis es la droga ilegal más consumida entre los jóvenes en el mundo y también en España", ha señalado el presidente de Proyecto Hombre, Luis Bononato, quien ha añadido que "la escasa sensibilización hace que la población no sea consciente de los riesgos del consumo del cannabis".
Según datos del Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías, a los que se han referido los ponentes de la jornada, 14,6 millones de jóvenes europeos de 15 a 34 años han consumido esta droga en el último año, de los cuales un 15,2 por ciento corresponden al grupo de edad más reducido (14-24 años).
INCIDENCIA EN ESPAÑA
Datos recogidos por Proyecto Hombre señalan que en 2013 la edad de inicio estaba en torno a 14 años y, actualmente, "han aumentado los casos en los que el proceso de iniciación se da a los 12 o 13 años", subraya. A su vez, "la demanda de tratamiento de cannabis también ha aumentado; en 2012 era del 7 por ciento y en 2014 del 9,2 por ciento".
Cerca de un 30,4 por ciento de la población española ha consumido algún derivado del cannabis en alguna ocasión, y la prevalencia al acceso de tratamiento para abandonar el consumo se sitúa en torno al 29,9 por ciento.
Durante el evento han mencionado la encuesta 'Estudes 2015', que indica que el 18,6 por ciento de los jóvenes de entre 14 y 18 años habia consumido cannabis en el último mes. Por su parte, en el ámbito laboral, la encuesta del observatorio español de droga y toxicomanías señala que en 2013 el 7 por ciento lo ha consumido en el último mes y el 2 por ciento está en consumo de riesgo.
Un dato relevante es que en 2014 el 46,3 por ciento de los conductores fallecidos en la carretera dieron positivo en alcohol y cannabis.
FACTORES QUE INCIDEN AL CONSUMO
Luis Bononato ha declarado que los factores que aumentan el riesgo de consumo suelen ser "la accesibilidad, porque es una droga de muy fácil acceso, la tolerancia del consumo y la escasa percepción de riesgo".
De hecho, el consumo de cannabis es muy similar al consumo de tabaco en España y, según la encuesta realizada por el Plan Nacional de Drogas, el 65 por ciento de los escolares declaran que es una sustancia fácil de comprar. Esa misma encuesta revela que 146.200 jóvenes españoles de entre 14 y 18 años han iniciado su consumo en 2014.
Así mismo, el presidente de Proyecto Hombre ha denunciado la "poca sensibilización respecto al problema de la droga porque no es un tema que preocupe a la sociedad aunque sigue existiendo; tenemos que cambiar la tolerancia respecto al consumo y disminuir la accesibilidad".
Otro aspecto importante que señalan es que "existe una relación directa y bidireccional entre la tolerancia paterna al consumo de alcohol y los factores de riesgo de consumo de cannabis", ha indicado el delegado del Plan Nacional sobre Drogas. Por tanto, "si los padres mantienen una tolerancia absoluta al consumo de alcohol de sus hijos, aumenta el riesgo de consumo de otras sustancias", añade.
EFECTOS IRREVERSIBLES
"El consumo de cannabis triplica el riesgo de sufrir enfermedades mentales y la marihuana puede aumentar el riesgo de padecer psicosis", ha declarado Luis Bononato.
De hecho, "el 25 por ciento de los jóvenes que consumen cannabis presentan Trastorno por Deficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y, en aquellos con consumo problemático, hay un 10 por ciento de crisis psicóticas", ha indicado la directora general de Proyecto Hombre, Elena Presencio
Entre los efectos más conocidos están los que afectan a la cognición y a las funciones ejecutivas, desde la coordinación motora hasta las tareas ejecutivas complejas como planificar, organizar, tomar decisiones y controlar las emociones. Estos efectos dependen de las dosis, de la edad de inicio y del tiempo de adicción.
La exposición prolongada a este tipo de sustancias deteriora las capacidades de aprendizaje, de interacción social, atañe a la memoria, al estado de ánimo y puede provocar un desplazamiento social.
PERFIL DE LOS CONSUMIDORES Y PREVENCIÓN
La directora de Proyecto Hombre ha hecho hincapié en el tipo de consumidor que acude a la asociación. Suelen ser jóvenes de entre 14 y 25 años que provienen de una "estructura familiar estable" y la mayoría son varones aunque "la población femenina en este rango de edad representa un 25 por ciento".
"La figura de los padres es fundamental porque son los que traen a sus hijos ya que ellos no quieren" señala destacando la importancia de la presión externa por parte de la familia.
"Suelen presentar síndrome amotivacional, apatía, síntomas de hiperactividad, impulsividad, problemas en el ámbito familiar, conductual y bajo rendimiento académico".
Desde Proyecto Hombre trabajan en la prevención, educación y tratamiento como respuesta a esta problemática y "se encauza a través de programas centrados en cada caso para superar las dificultades de la adolescencia".
"Lo primero que hacemos es un análisis de los factores de riesgo y de protección, diferenciando cada uno de ellos; también hacemos es análisis en la familia ante factores de riesgo como la normalización del consumo de sustancias como el alcohol y la falta de comunicación", ha insistido Elena Presencio.
Respecto a los factores de riesgo, "son aquellos que inciden al consumo como la falta de autoestima, la ausencia de interés formativo y educativo o la alteración de las normas, entre otros; el programa pretende reducir el riesgo y aumentar la protección".
Proyecto Hombre lleva a cabo varias acciones en materia de prevención como la prevención escolar y familiar en las aulas con alumnos de E.S.O, campañas en los medios de comunicación y ofertas formativas.
COMO DETECTAR EL CONSUMO
Con motivo de informar a las familias, desde Proyecto Hombre han señalado que los principales síntomas para detectar que una persona consume cannabis suelen estar relacionados con la fisología, el comportamiento y la sensibilidad emocional.
"En el ámbito fisiológico hablaríamos de ojos brillantes o enrojecidos, somnolencia, dificultad para expresarse con claridad o descoordinación de movimientos", señala la directora.
Respecto al comportamiento, "hablaríamos de alteración en el sueño y en los hábitos de alimentación, el desorden de horarios y no realizar los deberes o las tareas de la casa". Por último, "la irritabilidad, la agresividad o el aislamiento también son consecuencias del consumo de cannabis", concluye.
EL CANNABIS COMO NEGOCIO
Por su parte, Francisco de Asís ha denunciado que "existen intereses manifiestos por ciertos grupos empresariales de convertir el cannabis en un negocio". Además, ha hecho referencia a un estudio publicado en 1979 donde ya se hacía referencia "a que se iba a utilizar el consumo terapéutico de cannabis para la aceptación social".
Respecto al tratamiento médico, "el cannabis es la droga ilegal que más demanda médica precisa y en nuestro país se pueden utilizar derivados de esta sustancia siempre y cuando exista evidencia científica para ello".
"Es imprescindible poner en evidencia que nuestra regulación es absoluta y determina lo que las convenciones internacionales dictan". De hecho, "España está a la cabeza en incautación de cannabis, como es el caso del hachís o la cocaína", ha concluido.