Cannabis y paranoia: el riesgo es diferente si se comenzó a consumir por ansiedad o por diversión

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Archivo - Cannabis. - KANJANA JORRUANG/ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 27 agosto 2025 17:48

MADRID 27 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de investigadores del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia (IoPPN) del King's College de Londres (Reino Unido), en colaboración con la Universidad de Bath, ha descubierto que los motivos por los que una persona comienza a consumir cannabis pueden aumentar su riesgo de sufrir paranoia y una peor salud mental.

El trabajo, publicado en la revista 'BMJ Mental Health', ha mostrado cómo los encuestados que comenzaron a consumir cannabis para automedicarse una enfermedad, como dolor físico, ansiedad, depresión o porque experimentaban síntomas psicóticos leves, mostraron puntuaciones más altas de paranoia, en comparación con aquellos que lo probaron por diversión o curiosidad.

"Nuestro estudio proporciona evidencia vital sobre cómo el motivo por el que alguien comienza a consumir cannabis puede afectar drásticamente su salud a largo plazo", ha afirmado el asistente de investigación en King's IoPPN y primer autor del estudio, el doctor Edoardo Spinazzola.

Tras encuestar a 3.389 consumidores actuales y antiguos de cannabis mayores de 18 años (de la encuesta Cannabis & Me, la más grande de su tipo), los investigadores han establecido un consumo promedio de 206 unidades de THC a la semana, lo que podría equivaler a entre 10 y 17 porros a la semana, en el caso de que el consumidor tomase un contenido esperado de THC del 20 por ciento, el estándar para los tipos de cannabis más comunes disponibles en Londres.

Entre los encuestados que comenzaron a usar cannabis para aliviar su ansiedad, depresión o en los casos en que comenzaron debido a que otras personas en su hogar ya usaban cannabis, informaron un promedio de 248, 254,7 y 286,9 unidades semanales promedio de THC respectivamente.

"Un hallazgo clave de nuestro estudio es que las personas que usaron cannabis por primera vez para controlar la ansiedad o la depresión, o porque un miembro de la familia lo estaba usando, mostraron niveles más altos de consumo de cannabis en general", ha afirmado el coautor del estudio y director del Grupo de Adicciones y Salud Mental de la Universidad de Bath (Reino Unido), Tom Freeman.

Tras ello, ha apuntado que en las unidades estándar de THC podrían utilizarse en un futuro de forma similar a las unidades de alcohol para ayudar a las personas a controlar su consumo de cannabis y gestionar mejor sus efectos sobre la salud.

TRAUMA INFANTIL, PARANOIA Y CONSUMO DE CANNABIS

En un estudio separado del mismo grupo, publicado en la revista 'Psychological Medicine', los investigadores se han centrado en explorar la relación entre el trauma infantil, la paranoia y el consumo de cannabis, en base a la misma base de datos.

Hasta el 52 por ciento de los encuestados ha informado sobre una experiencia con algún tipo de trauma cuando eran niños, lo que se ha relacionado con niveles más altos de paranoia en comparación con aquellos que no lo han sufrido. Además, el abuso físico y emocional se han posicionado como los predictores más fuertes de paranoia.

"Este estudio integral es el primero en explorar la interacción entre el trauma infantil, la paranoia y el consumo de cannabis entre los consumidores de cannabis de la población general. No sólo hemos establecido una clara asociación entre el trauma y la paranoia futura, sino también que el consumo de cannabis puede exacerbar aún más los efectos de ésta, dependiendo de la forma que adopte el trauma", ha explicado la primera autora del estudio, la doctora Giulia Trotta.

Aquellos encuestados que notificaron haber sufrido abuso sexual, presentaron un consumo semanal de THC "significativamente mayor", seguidos de cerca por aquellos que habían sufrido abuso emocional y físico.

Esta asociación entre trauma infantil y paranoia se ve "exacerbada" por el consumo de cannabis, aunque también se ve afectada por el tipo de trauma. Mientras que aquellos que han experimentado abuso emocional o discordia familiar mostraron una fuerte asociación con un mayor consumo de THC y puntuaciones de paranoia, lo que han sufrido acoso escolar, abuso físico, abuso sexual, negligencia física y negligencia emocional no mostraron los mismos efectos.

""Existe un amplio debate nacional e internacional sobre la legalidad y seguridad del consumo de cannabis. Mi experiencia clínica me indica que hay grupos de personas que comienzan a consumir cannabis para lidiar con el dolor físico y emocional. Mi investigación ha confirmado que esto conlleva un riesgo adicional significativo para su salud y bienestar", ha subrayado la autora principal de ambos estudios y directora de la Clínica de Cannabis para Pacientes con Psicosis del South London and Maudsley NHS Foundation Trust, Marta di Forti.

Tras ello, ha realizado un llamamiento a los políticos para que sean conscientes del "impacto de la legalización" del cannabis sin un acompañamiento a nivel de educación público y de recursos sanitarios, tanto para las personas como para los propios sistemas de salud.

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