ALICANTE, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), el doctor Rafael Sánchez Borrego, ha señalado que el cáncer de mama en el climaterio "agudiza los sofocos asociados a menopausia y aumenta el riesgo de atrofia vaginal", por lo que en esta etapa es aconsejable introducir cambios en el estilo de vida, según ha informado en un comunicado la AEEM.
En el transcurso del XII Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que desde este martes se celebra en Alicante, Sánchez Borrego ha asegurado que estos cambios "pueden ser una manera eficaz de aliviar los síntomas vasomotores y de potenciar la salud física y mental de las pacientes con cáncer de mama, y posiblemente, de mejorar los resultados" .
"Datos observacionales sugieren que el ejercicio, la prevención de la obesidad, y minimizar el consumo de alcohol tras el diagnóstico se asocia con menor tasa de sofocos y con un menor riesgo de recurrencia y mortalidad en las supervivientes", ha asegurado.
Al respecto, ha recordado que en la actualidad, las mujeres que han superado el cáncer de mama constituyen el mayor grupo de mujeres sobrevivientes a un cáncer, en tanto su prevalencia es la mayor en la población femenina.
La incidencia aumenta con la edad, de forma que "un porcentaje muy importante de los casos de cáncer de mama en España aparecen por encima de los 50 años, edad media de la llegada de la menopausia". Anualmente, en el país se diagnostican más de 20.000 nuevos casos de cáncer de mama, y la estimación para 2012 es de 26.000 nuevos casos y unos 6.300 fallecimientos.
Para el presidente de la AEEM, estos datos demuestran que las consecuencias derivadas de la enfermedad y de su tratamiento pueden afectar "en gran medida su calidad de vida", y concretamente a los aspectos relacionados con la sintomatología menopáusica y la esfera sexual de estas mujeres".
ATENCIÓN INTEGRAL DE LA MUJER MENOPAÚSICA
Además, Sánchez Borrego ha remarcado que "más del 90 por ciento de las pacientes sobrevive a los cinco años y la inmensa mayoría de las mujeres ya no muere de ese tumor".
No obstante, según ha añadido, el aumento de la supervivencia al cáncer de mama, el incremento de la esperanza de vida, así como la demanda por parte de la mujer de mejora de su calidad de vida y bienestar en todas las etapas de su vida, "hacen obligado el análisis y consenso entre los expertos en relación a la atención integral a la mujer menopáusica que tiene o ha tenido cáncer de mama".
Por ello, el doctor Estanislao Beltrán, jefe de Sección de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario San Cecilio de Granada ha subrayado la importante de que todos los profesionales que trabajan en la atención a la mujer climatérica "estandaricen" las decisiones y medidas a adoptar.
Así, deben unificar criterios en cuestiones tales el modo en que potencian y agudizan los sofocos las terapias quimioterápicas y hormonales para el cáncer de mama, qué tratamientos para los síntomas vasomotores se deben recomendar en mujeres con historial de cáncer de mama, cómo tratar la atrofia vaginal en estas pacientes y qué métodos anticonceptivos utilizar en cada caso.
Entre las distintas categorías de supervivientes de cáncer de mama en relación a la menopausia, se encuentran las mujeres a las que el tratamiento --como los bloqueadores de estrógenos o inhibidores de la aromatasa-- induce los síntomas vasomotores.
Según el doctor Beltrán, "estas pacientes constituyen un subgrupo de población que sufre especialmente los síntomas de la menopausia, y específicamente de la sintomatología vasomotora, que suele ser más frecuente, más intensa y más duradera que la que se observa en las mujeres sanas".
Por ello, y aunque la elección de un tratamiento u otro depende de cada mujer, Beltrán ha asegurado que se debe seguir un procedimiento de selección, que, en palabras de este experto, "va desde tratamientos farmacológicos no hormonales, como los nuevos antidepresivos, o tratamientos no hormonales alternativos, como la cimicífuga, el tratamiento hormonal no estrogénico y los estrógenos con o sin gestágenos".
SEXUALIDAD, ANTICONCEPCIÓN Y CÁNCER DE MAMA
El doctor Estanislao Beltrán es además el editor de la MenoGuía sobre Mujer sintomática con cáncer de mama que la AEEM ha presentado durante el XII Congreso Nacional de Menopausia. Esta MenoGuía incluye un apartado al final con consejos que el ginecólogo puede y debe dar a sus pacientes en la consulta.
En el caso de las mujeres con síntomas vasomotores e historial de cáncer de mama, en las que no está indicada la terapia hormonal sustitutiva para el alivio de sofocos, la MenoGuía recoge una serie de recomendaciones que pueden ayudar a la mujer a encontrarse mejor.
Los síntomas de atrofia vaginal son una queja común entre las mujeres sexualmente activas con cáncer de mama. Así, un estudio de 97 mujeres con cáncer de mama refirió síntomas moderados o severos de atrofia vaginal en el 58 por ciento de las mujeres que tomaban inhibidores de la aromatasa y en el 32 por ciento de las de tamoxifeno.
En estos casos, Sánchez Borrego ha explicado que se recomiendan tratamientos sin estrógenos, --tales como lubricantes vaginales no hormonales y las cremas hidratantes--, "ya que han demostrado mejorar el flujo sanguíneo a los tejidos vulvovaginal y mejorar la sequedad". Asimismo, las mujeres que tienen relaciones sexuales coitales o por medio de la masturbación tienen menos síntomas relacionados con la atrofia vaginal.
Por otra parte, el cáncer de mama puede afectar negativamente la función sexual, de forma que, según el doctor Estanislao Beltrán, "la disfunción sexual se presenta en aproximadamente una cuarta parte a dos terceras partes de las sobrevivientes de cáncer de mama".
Respecto a los métodos anticonceptivos, en mujeres que aún no han llegado a la menopausia, la MenoGuía establece la mejor elección para cada mujer, tanto si en el momento actual está en tratamiento por cáncer de mama, como si éste ha remitido.